One-Shots Lemmon FHS

Noche pasional

⛔ADVERTENCIA⛔

One-Shot Fredoy (Fred x Joy)

Si no te gusta esta pareja, no te quedes por pendeja.

UwU

(...)

Se encontraba una pareja en un restaurante elegante compartiendo algunas risas y algunas miradas cómplices. Era una bonita forma de celebrar sus ocho meses de noviazgo aprovechando el día del amor.

— Y entonces Fox casi tira su paloma por la ventana— terminaba de narrar mirando dulcemente a su acompañante, quien se tapaba los labios con sus manos aguantando la risa.

— Sí que tiene poca paciencia con Golden— suspiró aún divertida por la anécdota recién contada—. Debe ser tedioso tener que aguantar todas sus peleas a diario.

— Bueno, por lo menos nos divertimos en las prácticas y nos despejamos de los trabajos de la universidad— se cruzó de brazos sin apartar su vista de la menor.

El ambiente estaba tranquilo entre ellos, ambos se sentían muy cómodos. Fred no quitaba su mirada oscura de la rubia. Lucía tan bonita como siempre, aun cuando simplemente se hubiera cambiado de ropa y llevara ahora  un vestido corto de un tono rosa un tanto suave, con un ligero escote, nada provocativo, sin mangas y con un collar plateado como conjunto. Su cabello estaba recogido en una pequeña coleta alta, aun dejando su típico flequillo con su trenza perfecta a un lado. El de pelo azabache no evitó sonreír sonrojado, llamando la atención de la contraria.

— ¿Ocurre algo, osito?— preguntó confundida por la tierna sonrisa de su pareja, pues rara vez lo veía sonreír así.

— No es nada, linda, solo... No me había dado cuenta de lo hermosa que te ves hoy— soltó una suave risa al ver a la de ojos celestes sonrojarse igualmente.

Tomó su mano, apenas un pequeño roce sobre su dorso. Ella giró esta para tomar y agarrar la suya, le gustaba aquella pequeña muestra de afecto entre ellos. En eso el chico se dio cuenta de una mujer que estaba vendiendo rosas en aquel restaurante, e iba a aprovechar aquella oportunidad.

— Deme la rosa más hermosa, por favor— pidió cuando la señora se acercó a ellos, ofreciéndole una rosa al joven—. Pero ninguna será jamás más bella que tú, mi angelita~— le guiñó un ojo mientras le mostraba la flor a su novia, quien la tomó para olerla.

— Eres tan cursi— rió levemente mirando tímida al contrario—. Te amo, Fred.

Besó el dorso de la mano de la rubia, mostrando su mutuo amor. En eso, finalmente, el camarero llegó con los primeros platos, sirviéndolos.

— Que aproveche~.

Al terminar de cenar quedaron en pagar a medias la cuenta, a pesar de una pequeña discusión por ver quién invitaba, y caminaron hacia el coche del mayor. En mitad del recorrido a la casa de la rubia, en un semáforo, el moreno se atrevió a hablar.

— ¿Quisieras quedarte en mi casa hoy?— miró de reojo a su novia, quien lo miraba un tanto sorprendida, y empezó a ponerse nervioso—. N-No es lo que piensas— aclaró su garganta—, es que Freddy no está en casa y mi madre tampoco y... no quiero quedarme solo— le miró con ojitos grandes y brillantes, haciendo reír a la menor.

— Claro, me encantaría quedarme contigo, osito— sonrió sacando su móvil—. Solo deja que llame a mi madre para avisarla.

Tras la llamada y el permiso de la madre de la joven, ambos enamorados llegaron al hogar del chico. Era una casa humilde, ni muy grande ni muy pequeña, lo justo para que vivieran tres personas. Encendieron las luces, el ambiente era realmente acogedor.