5º Inicio del viaje

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5º Inicio del viaje

El carruaje llegó a media tarde, los dos caballeros descendieron sonrientes, deseosos de ver a las damas que había en el interior. Hacía casi una semana que se habían marchado y las añoraban muchísimo.

Al ingresar, fueron directos al piso superior, y al acercarse a la alcoba del matrimonio Darcy empezaron a escuchar risas y voces femeninas. Emocionados por volver a verlas, sin decir nada e intentando hacer el menor ruido posible, abrieron la puerta y observaron el interior.

Se maravillaron al ver a la señora Thorton junto a la ventana, haciendo gestos raros que hacían que las mujeres se rieran, Jane permanecía sentada junto a la cama, riendo incansable, Georgiana permanecía sentada en el borde de la cama, intentando simular su risa desmedida mientras tomaba la mano de Lizzy, que recostada sobre unos almohadones se carcajeaba sin control.

Fitzwilliam sintió una gran tranquilidad cuando vio la hermosa sonrisa de su esposa, a quien días antes había dejado llorosa y enferma en esa misma cama. Charles también se sentía feliz de ver a su mujer y a su cuñada reír juntas de nuevo, pues después del altercado no estaba seguro de que eso fuera posible.

Ambos hicieron un leve carraspeo,haciendo notoria su presencia. De inmediato, la señora Thorton se puso rígida, avergonzada de que los dos caballeros la hubieran visto hacer charadas para entretener y animar a las damas presentes. Georgiana se puso en pie y corrió a besar la mejilla de su hermano, al igual que Jane hizo con su esposo.

-¡Hermano, por fin habéis vuelto!- Dijo emocionada Georgiana.

-Habéis tardado mucho en regresar- Puntualizó Jane- Empezábamos a temer que algo hubiera sucedido- Y se giró a su hermana- Lizzy ha estado bastante angustiada toda la semana, hoy ha sido el primer día que la hemos visto sonreír.

-Eso es señal de que se siente mejor- Puntualizó Bingley- Es una excelente noticia- Fue hasta la cama de su cuñada y besó su mejilla- Me alegro de verte animada- Y desvió la mirada hacia su esposa y las otras dos damas que había en la estancia- Creo que deberíamos salir y dejarles un poco de intimidad para hablar- Todas asintieron y de inmediato, abandonaron la estancia, dejando al matrimonio a solas.

Una vez se cerró la puerta, dándoles privacidad, Darcy dedicó toda su atención a su esposa, que lo observaba expectante, preocupada, ansiosa. Caminó hacia ella, ocupó el lugar que antes tenía su hermana junto a ella, sentado en el borde de la cama, le tomó la mano y la besó sin perder el contacto visual.

-¿Cómo te sientes, mi vida?

-Un poco mejor- Le respondió con algo de timidez, sintiendo como si hiciera mucho que él no la miraba así- Hoy parece que tengo algo más de energías.

-Me alegra escuchar eso- Le dedicó una amplia sonrisa- Estos días lejos de aquí solo podía pensar en como estarías tú.

-Y yo solo podía pensar en si cuando volvieras seguirías amándome igual que antes.

-No te amo igual- Le dijo, y ella sintió una angustia enorme. Sus ojos se llenaron de lágrimas y tuvo que desviar la mirada para que estas no se derramaran descontroladas. Iba a retirar su mano de la de él, pero este la tomó con fuerza- Te amo más que antes, y eso que pensé que no podía amarte más- Lizzy volvió a mirarlo, dejando salir sus lágrimas, pero esta vez de emoción- Sé que después de lo sucedido no estás bien, que tu fuerza ha menguado mucho, al igual que tu seguridad en ti misma, pero jamás quiero que dudes de mi amor, eso no desaparecerá jamás.

-Yo... Lo lamento... Sé que no me has dado motivos para pensarlo, pero conozco tus deseos de ser padre, además de la importancia social que supone tener un heredero, por eso, en ocasiones, no puedo evitar pensar que algún día te cansarás de mí si no ocurre.

Por ti vale la penaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora