No soy tu fan!

56.

En la distancia mis ojos no se cierran, cada vez te extraño más.

El cansancio del día me agobia y no te puedo besar.

En nuestro pequeño espacio oculto, los flashes están lejos de la ciudad.

Me consume quién soy en realidad, si es un sueño no quiero despertar.

Me sostenes cuando voy a tropezar, me acercas al hombre que soy en realidad.

Si aun estoy entre tus brazos ¿cómo voy a dudar?

Si quieres un romeo, yo te puedo ayudar.

Todos dudan si puedo aguantar, la velocidad en la que mi vida va.

Me pones en la luz roja cuando voy a tropezar.

Cuanto estoy junto a vos, soy el niño que soñaba con cantar.

Me consume quien soy en realidad, si es un sueño no quiero despertar

Me sostienes cuando voy a tropezar, me acercas al hombre que soy en realidad.

Si aún estoy entre tus brazos ¿cómo voy a dudar?

Si quieres un romeo, yo te puedo ayudar.

Todos dudan si puedo aguantar, la velocidad en la que mi vida va

Me pones en la luz roja cuando voy a tropezar

Cuanto estoy junto a vos, soy el niño que soñaba con cantar.

Me sostienes cuando voy a tropezar, me acercas al hombre que soy en realidad.

Si aún estoy entre tus brazos ¿cómo voy a dudar?

Si quieres un romeo, yo te puedo ayudar.

Aplaudí siendo la única que podía hacerlo y él se rió, bajó la guitarra para acercar mi mano y secar mis lágrimas.

—No llores tonta.

—Sos lo más hermoso del mundo Ihan, en serio. —dije y me levanté para subirme encima de él y abrazarlo, con fuerza sintiéndolo entre mis brazos, después de unos segundos quise mirarlo a los ojos y notar cuán enamorado estaba de mí ya que me lo trasmitía en todo sentido y la sensación era perfecta. Nunca me había fijado en lo hermosa que era su voz, nunca me pareció tan importante esa manera compradora que tenía de ser con los demás, pero desde que fue exclusiva para mí, enamorarme fue poco. La letra era muy linda y si así se sentía al respecto, de verdad era una afortunada, tenía al mejor novio del mundo. —te amo.

—Te amo. —sonrió para acercarse a besarme y aunque al principio se negó completamente, con unos besos y unas palabras de confianza, nuevamente pude conseguir que pasara lo de la noche anterior. Él tenía miedo que sintiera dolor pero era tan feliz que ni siquiera lo tenía en cuanta, no había tensión, solamente placer y amor para demostrar.

—Debió ser difícil para vos, digo, un sex symbol como Ihan Khaled teniendo una novia virgen... —levante ambas cejas en forma de broma pero él me miró mal y yo me reí.

—No digas eso, yo no soy un sex symbol y aparte no hay nada más lindo para un hombre ser la primera vez de su chica.

— ¿Tu chica?

—Mi chica. —confirmó con los labios sobre mi sonrisa.

Después de pasar todo el día juntos en la cama y aprovecharnos hasta cansarnos, me fui a bañar para prepárame para el día siguiente, no quería que se acabara pero todo tenía su final y nos acercábamos al nuestro. Salí del baño buscándolo y él no estaba en la casa, la puerta trasera estaba entreabierta así que salí y lo vi sentando frente al lago, en silencios caminé a su encuentro, me agaché y lo abracé desde atrás hundiendo mi cara en su cuello.

—Hola hermosa.

—Hola. —mustié, dobló su brazo y me ayudó a pasar adelante para que pudiera sentarme entre sus piernas, así que apoyé mi cabeza en su pecho mientras que me abrazaba y acariciaba y yo podía escuchar su corazón latir con fuerza. — ¿qué pasa?

—Pienso en lo mucho que odio extrañarte.

Suspiré aferrándome más a él, yo todavía no quería pensar en eso, iba a dejar que las cosas fluyeran y nos quedaban algunas horas para estar juntos por lo que era innecesario hacerlo. Se agachó para mirarme y conectamos miradas plenamente, él acarició mi mejilla y con sus dedos tocó mis labios.

— ¿Hay alguna posibilidad de qué puedas ir conmigo?

— ¿Ir con vos?

—Venir conmigo... a la gira. —dijo y yo lo miré confundida. —en serio te necesito Juli.

El corazón se me partió en mil pedazos y me desesperé por no encontrar palabras adecuadas, él me miraba esperanzado pero tenía que decepcionarlo.

—Ihan...

—Por favor.

—No se trata de una posibilidad, no se puede.

— ¿Por qué no?

—Porque no, tengo la universidad y mi trabajo no funciona de esa manera.

—Pero es sólo por este año, la universidad la podés hacer el año que viene y tu trabajo es mejor estando cerca.

—No Ihan. — negué y me senté mejor para que estuviésemos de frente y él entendiera al mirarme a los ojos, pero desvió su vista bufando enojado. —no voy a dejar la universidad, quiero hacerla.

— ¿Y qué va a pasar con nosotros?—preguntó mirándome más prepotente. —yo no puedo dejar lo mío, ¿no te podés arriesgar por mí?

—De la misma manera que vos estás viviendo tu sueño, yo quiero vivir el mío Ihan. —dije elevando un poco la voz, no quería discutir pero parecía que no me escuchaba, que no lo entendía. —tu vida se trata de eso, no la mía, va a ser difícil pero yo te elegí y de la manera que me voy a arriesgar es esta.

—Tu sueño se puede vivir en otro momento, lo nuestro no lo sabemos...

—Es totalmente egoísta tu pensamiento. —me quejé apartándome de su agarre para levantarme. —si no lo sabés entonces se nos haría más fácil dejarlo todo ahora.

—Juli...

Corrí hasta la casa y cerré la puerta lo más fuerte que pude, subí al cuarto y también me encerré ahí, me enojaba pero ganaba la horrible sensación en el pecho de tristeza y angustia por lo que acababa de pasar.