La procesión

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¡Hola a todxs de nuevo! Ayer estaba yo viendo la procesión del Silencio y se me ocurrió escribir un pequeño OS basado en estas fechas que a mí particularmente tanto me gusta como es la Semana Santa, así que para desearos un feliz y buen final de vacaciones aquí os dejo este pequeñito OS. Espero que os guste aunque sé que muchxs no sois creyentes y puede que la Semana Santa os importe más bien poco e intentado que la parte más descriptiva sea solo al principio para que no se haga pesado.


Ya me decía que os parece. Y a disfrutar de los días que nos quedan♥

***


Noche del Jueves Santo.

Las calles del centro histórico de la ciudad ya están repletas de gente esperando a que empiece la solemne procesión de Silencio.

Cada año cientos de personas se acercan hacia las calles más antiguas de la ciudad para contemplar aquella procesión. Muchos lo hacen por devoción, otros muchos tan solo por entretenimiento.

Las largas y estrechas calles se tornan misteriosas y enigmáticas, apenas iluminadas por pequeños faroles de luz amarillenta muy distantes unos de otros, dejando entre sí zonas más oscuras.

El pequeño convento ubicado detrás de la plaza Mayor es el escenario de partida. Allí ya se preparan, junto a las imágenes de la Virgen y el Cristo del Silencio, todos los cofrades de la Hermandad. Aprovechan los últimos instantes que les quedan para poder hablar entre ellos, pues una vez empezada la procesión, el silencio debe reinar y nadie puede volver a pronunciar una sola palabra hasta el final.

Entre los más de cien cofrades se encontraba Agoney que charlaba animadamente con dos de sus amigos hasta que escucharon el sonido de la trompeta al toque del silencio que indicaba que ya eran las once en punto y que era hora de empezar la procesión.

Cuando la trompeta dejó de sonar el sacerdote cogió el micrófono y se dirigió a todas las personas que allí se encontraban.

-Santísimo Cristo del Silencio los miembros de esta Hermandad prometen solemnemente guardar el más riguroso silencio durante este desfile procesional. – Y seguidamente calló y toda la pequeña plaza quedó en silencio solo roto por el toque de dos tambores.

El chico que llevaba el estandarte de la Hermandad se situó al principio de la calle seguido de otro hombre que llevaba el carro con los dos grandes tambores que una muchacha hacía sonar marcando el paso. Justo detrás de él empezaron a formar todas las mujeres vestidas de manolas que acompañaban a la imagen de la Virgen del Silencio.

Los cofrades, todos hombres, que acompañaban a la imagen del Cristo empezaron a formar detrás de la imagen de la Virgen, ya todos con el capirote puesto quedando totalmente en el anonimato.

Agoney iba por el lado derecho. Vestía con una túnica y capirote de color blanco hueso y capa rojo burdeos. Tan solo podían verse sus ojos a través de los pequeños agujeros del capirote, puesto que también llevaba guantes blancos. Sujetaba un pequeño báculo de acero que remataba con una pequeña cruz.

La procesión avanzaba lenta, los cofrades daban pequeños pasos marcados por cada golpe en el tambor. El público observaba aquello en el mayor silencio posible, aunque siempre se escuchaba alguna voz de fondo.

Tardaron veinte minutos en llegar a la plaza Mayor donde realizaban un pequeño encuentro entre ambas imágenes. La plaza estaba abarrotada de gente.

Cuando las imágenes se quedaron mirando cara a cara la procesión se detuvo, pues primero iba a volver a sonar el toque del silencio y luego el sacerdote leería una oración.

La procesiónWhere stories live. Discover now