"Surgió una idea, de buscar y reunir a un grupo de personas excepcionales y tratar de convertirnos en algo más, para que al necesitarnos libráramos las batallas que ellos no podrían ganar"
Veronica Varano fue una niña a la que luego y a raíz de una...
—Hicieron lo que pudieron—respondió la princesa de Wakanda encogiéndose de hombros.
— ¿Tú podrías hacer eso?—preguntó Wanda interesada en la hipótesis de Shuri.
Yo la miré demasiado esperanzada.
—Sí, pero hay más de dos billones de neuronas aquí, una mal colocada puede causar una cascada de fallas en los circuitos—explicó—. Tomará tiempo, hermano—completó mirando a T'Challa.
Eso para mí significaba un pequeño problema, porque sabía que trabajos así no eran para nada sencillos, requerían de mucho análisis y trabajo, y la verdad sospechaba que no teníamos mucho tiempo. Solo quedaba rezar y tener fe y yo tenía toda esa fe puesta en Shuri por ser una de las mentes más brillantes que había conocido.
— ¿Cuánto?—me apresuré a preguntar.
—Todo el que puedan darme.
Hubo un sonido que hizo que desviáramos la atención. Se trataba de una especie de alarma que provenía de las perlas que tenía Okoye. La General, giró la mano para que en arriba de su palma, apareciera un holograma del planeta que marcaba más concretamente a Wakanda.
—Algo está cruzando la atmósfera—advirtió Okoye.
Mierda.
Ya estaba comenzando.
—Oye Cap, tenemos un problema aquí—anunció Sam sin hacerse tardar por medio de los nuevos comunicadores.
De pronto escuché como una explosión contra el domo que protegía Wakanda.
—En serio, amo este país...—mencionaba Bucky, seguramente porque lo que fuese que haya impactado no hubo traspasado la barrera.
—Todavía no empiecen a celebrar, se aproximan varios afuera del domo—dijo Rhodey con evidente preocupación.
Por un segundo me congelé, pero al reaccionar fui hacia la ventana para intentar ver de lo que se trataba. Efectivamente, eran más de uno, y eran como una especie de compartimentos enormes de una nave, que seguramente nos aguardaban algunas sorpresas para nada agradable.
Justo después de ver como varias de esas cosas caían, crucé miradas con Steve que tras mirarme a mí, volteó a ver a T'Challa.
—Es demasiado tarde, tenemos que destruir la gema ahora—dijo Vision.
Torcí los ojos ante su falta de fe.
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—Entiende que no, Vision—dije con dureza.
—Vision, quiero que regreses a la mesa—le ordenó Natasha, tal vez igual de enfadada que yo.
Caminé junto con Natasha para presionar a Vision a que obedeciera.