Devastation [•Steve Rogers•] (I)

19. Evaluando a Vision

En lo personal, me encantaba que los wakandianos cuidasen tanto de su país, porque a muchos alrededor del mundo, no les importaba cuidar de la majestuosa flora y fauna que poseían, y en Wakanda era muy diferente, porque preservaban muchas tradiciones, y entre ellas estaba el respeto por el lugar en el que vivían, lo cual era maravilloso.

Admiré las viviendas y los mercados, la tecnología que en todo estaba presente y además observé minuciosamente todo lo que hacía a esta nación tan única y tan genial, y de verdad pensaba que tal vez era un muy buen lugar para vivir.

Justo al llegar al Palacio de Gobierno Wakandiano, Sam aterrizó el Quinjet.

Al detenerse por completo fue que todos bajamos y Steve, Natasha y yo íbamos al frente de nuestro equipo.

Esperándonos estaba el rey de Wakanda, acompañado de Okoye, su general, y detrás de ella, su principal ejército: las llamadas Dora Milaje. Siendo sincera, y como mujer feminista estaba enamorada del estilo de éstas guerreras, de su vestimenta, y la ferocidad que ellas tenían; las Dora eran simplemente geniales.

— ¿Nos inclinamos? —de repente escuché que le preguntó Bruce a Rhodey.

—Sí, es un rey—le contestó Rhodey.

Volteé a ver a Rhodey como reprochándole un poco por la broma que le quería gastar a Bruce y el moreno se llevo los dedos a la boca para pedirme que callara porque seguramente sería muy gracioso burlarse de Bruce; al final no dije nada y volví mi vista al frente para saludar a T'Challa.

—Parece que siempre tengo que agradecerte por algo—le dijo Steve a T'Challa mientras estrechaba la mano con él.

Tanto Natasha como yo, también estrechamos las manos con él y justo cuando yo terminaba de saludar a T'Challa, escuché que Rhodey se aclaraba la garganta, lo que me hizo voltear nuevamente y ver que Bruce sí se había tomado en serio lo dicho por Rhodes y se había inclinado ante T'Challa.

— ¿Qué estás haciendo? —le dijo Rhodey con una mirada de "¿Qué rayos pasa contigo?".

—Aquí no hacemos esas cosas—dijo T'Challa exonerando a Bruce a que dejara de inclinarse, entonces Rhodey se burló silenciosamente y yo negué con la cabeza mientras me acompañaba una pequeña sonrisa—. Y díganme ¿Qué tan grande puede ser el ataque?—preguntó mientras todos caminábamos por detrás de él.

—Señor...—dijo Bruce acercándose y preocupado—. Creo que debe esperar un ataque muy grande.

— ¿Cómo está todo? —preguntó Natasha.

— ¿Cuánto apoyo vamos a tener? —pregunté yo.

—Tendrán a mi Guardia Real, a la Tribu Fronteriza, a la Tribu Jabari, las Dora Milaje y...—entonces señaló alguien.

Eso nos hizo voltear. Ahí estaba James Buchanan Barnes y parecía demasiado estable, y mucho más relajado a las veces anteriores en las que me había topado con él, tenía un nuevo brazo de metal y un look que lo hacía parecerse al mismísimo Jesucristo pero que en realidad no le sentaba para nada mal.