Capítulo 4

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Durante los anuncios.

Tanto Natalia como Alba estaban jadeando mientras pasaban datos científicos en la pantalla que describían cada reacción que podría haberse dado, basada en la primera escena que habían visto.

Alba por su parte estaba escuchando, quería saber por qué su respiración se había elevado y su piel estaba sonrojada. Natalia por otro lado, estaba tratando de no lanzarse sobre Alba y usar sus esposas en ella.

-Iré a uh... iré a por una bebida...- Natalia tartamudeó, moviéndose hacia la cocina tambaleando. Podía sentir la humedad entre sus muslos, presionándola con cada paso que tomaba. Tenía que deshacerse de esos pantalones.

Desviándose al dormitorio, encontró un par de sus pantalones cortos para correr que dejo ahí semanas antes. De hecho, vio que un tercio del armario De Alba consistía en su ropa.

Sin querer tomar más tiempo del necesario, temiendo que Alba pudiese pensar que estaba "haciendo cositas" en su dormitorio; Natalia se quitó sus pantalones y ropa interior, y se puso los shorts. Luego cogió un sujetador deportivo, quitándose el que tenía puesto, remplazándolo. Se sentía más cómoda y en control de sí misma.

Alba se miró a si misma cuando Natalia se fue. Sentarse en solo su tanga la ponía y la hacía sentirse viva. Aunque ella siempre fue segura de su cuerpo y sabía que era considerada atractiva para muchas personas, nunca había sentido tanta emoción de estar desnuda frente alguien. Natalia hacía que sintiera un hormigueo en su piel y que el centro entre sus piernas palpitara. Decidiéndose a ser más atrevida, Alba se quitó su blusa, tirándola al suelo. Dejándola sentada simplemente en un brassier de encaje negro y tanga que hacían juego.

Alba se mordió el labio examinando su apariencia, su piel sonrojada y brillante. Si esto no metía a Natalia en su cama esta noche, no estaba segura de que lo haría.
La morena cogió una cerveza de la cocina y otra copa de vino para la rubia antes de regresar. Cómo hizo para mantener agarrados ambos objetos cuando vio a Alba prácticamente desnuda, jamás lo sabrá.

-Umm... te traje... uh algo de vino- Natalia le alcanzó la copa antes de sentarse lo más lejos que pudiera de Alba. Rápidamente tomándose su cerveza.
-Gracias- Alba respondió dulcemente, sus ojos apreciando deseosamente la apariencia de Natalia.

Natalia lamió sus labios viendo el abdomen tonificado de su amiga y sus largas y suaves piernas. Ambas sabían que este juego era peligroso, pero Alba no pensaba detenerse ahora. Se sentía libre y sexy y sabía que Natalia estaba igual de excitada que ella. La cuestión ahora era ¿cuál de las dos sería la primera en ceder?

El sonido del documental empezando nuevamente captó la atención de Alba.

Lo que ver porno con tu mejor amiga puede hacer (ALBALIA)Where stories live. Discover now