unique

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Este one shot es fuerte, no esperen nada dulce.

Recomiendo que escuchen la canción de arriba para entenderlo, además de que es un temazo.

🌃



¡Maníaco!

¡Depresivo!

¡Masoquista!

(Grito inaudible)

Las cosas pueden ocultarse.

Las nubes suelen cubrir la Luna en tiempos de vientos fuertes, el día ilumina con una fuerza tal que las estrellas parecen no existir. Los planetas se disfrazan de luces lejanas, la sangre... La sangre corre dentro de nuestra piel, quemando como el ácido putrefacto.

Y si todos ellos pueden... ¿Por qué yo no?

—Jungkook, insisto. —Me interrumpe el hombre en medio de mis pensamientos otra vez. Es vil, lo puedo ver en su crucifijo colgando del cuello, en sus manos que sostienen ese libro de palabras insulsas y vacías. Me quiere obligar... Me quiere obligar... No quiero que me obligue. Yo no hablo si no quiero. —¿Por qué lo hiciste?

Sus ojos avenjentados me transmiten el peor de los ascos, ¿De cuántas atrocidades había sido testigo este viejo asqueroso? No lo sé, tampoco quiero averiguarlo. Bastante tengo con las mías.

—Jungkook... Él te quería. —El hierro en mis muñecas es tan firme, apreta, me reprime. También los gritos en mi interior y las carcajadas que quieren salir escupidas en su rostro. No tengo que dar explicaciones, no tengo... Yo sabía y siempre supe que de la muerte no se puede escapar. —Él te quería y te veía como un ejemplo a seguir.

—No se puede escapar de la muerte. —Contesto, parece paralizarse. No le gusta oír la voz de un maníaco.

El crucifijo se mueve por los latidos de su corazón, las canas en el cabello se despeinan sobre los ojos desorbitados. Me tiene terror. Tiene terror de compartir esta celda conmigo en este momento, me odia. Me odia. ¡Me odia!

Amo que me odie.

—Pero Jungkook...

—No se puede escapar de la muerte. —Repito y comienzo a reír. El padre o cura u obispo o lo que sea tiembla una vez más antes de colocarse de pie.  Con un gesto que le hace al policía escapa, se aleja de mi a pasos rápidos y noto que se persigna con algo parecido al horror.

Odio estar acá.

Pero al parecer los motivos sobran, parece que no puedo estar en libertad si llené de disparos a once personas, si mutile a otras cinco, si queme vivas a otras dos. La gente le tiene miedo a lo que no puede comprender, y ese soy yo, el jovencito tierno que siempre supo que iba a hacer un gran acto final. Lo peor es que muchos dentro de este lugar siempre me quisieron hacer sentir culpable, y yo no siento culpa, no siento nada.

Lo volvería a hacer.

Y cuando me nombran a Jimin...

¿Realmente lo volvería a hacer?

Quiero tener una respuesta antes de sentarme en la silla y que me exploten los sesos.












Estoy sentado en una banca de madera, en frente de un negocio que parece ser de dulces. No sé bien si lo es, hay demasiados colores y respiraciones emocionadas y gritos y... realmente me ponen nervioso, logran colocarme los cabellos de punta. Me molestan las risas. Desde pequeño, cuando mamá reía, solía taparle la boca y decirle que no lo haga. No lo veo como algo necesario (a menos que estés muy, muy, muy feliz y pocas veces encontramos la forma de estar realmente muy felices)

manic! 》kookminWhere stories live. Discover now