Las Lujuriosas Aventuras de Sabrina (y su mundo)

"Harvey, quiero darte mi virginidad"

Faltaban 5 días para el cumpleaños número 16 de Sabrina, el día donde elegiría convertirse en una bruja o una mortal sellando su pacto de lealtad al firmar el libro de la bestia, lo cual sería su condena o su bendición.

Sabrina creía que tenía todo lo que necesitaba, vivía en casa con sus tías Zelda e Hilda, y con su primo Ambrose, tenía poderes, los cuales a veces le facilitaban la vida, no se trataba solo de alcanzar objetos que se encontraban a lejana distancia, sino le ayudaban también a otras labores un poco más complejas. Pero lo más importante, sin duda, era que tenía a su novio, Harvey, con quien llevaba ya varios meses de relación.

Sabemos que una relación, no es motivo para sentir satisfacción completa, y que había cosas más importantes en la vida, pero Sabrina tenía 16 años, ponte a pensar: a los 16, creías que el amor de tu vida era la pareja que tenías, ¿cierto? Tu mundo se resumía en tus sentimientos hacia esa persona, todo se basaba en cartas de amor, mensajes llenos de emojis y palabras cursis, pensamientos y lo más importante, idealizar las relaciones con la inmadurez de la edad. ¡Ay, tiempos aquellos!

Pero en la vida de Sabrina últimamente había algo definitivo en su relación con Harvey, entre líneas de esos mensajes de texto llenos de emojis, se ocultaba un latente deseo sexual camuflado por "fuegos" y los típicos diablillos morados que solo escondían o disimulaban el deseo que ambos se tenían.

Sabrina, estaba decidida en tener sexo el día de su cumpleaños, y esa era la decisión más clara que tenía, incluso era más importante para ella que la elección que marcaría su vida al elegir o no firmar el libro de la bestia.

5 DÍAS PARA LOS DIECISÉIS DE SABRINA

Sabrina despierta un poco tarde para ir a estudiar, pero nada que un buen hechizo para alistarse rápido y estar radiante no pueda solucionar, se pone una camisa de cuello con rayas blancas y negras, una falda negra de cuero y un leggings bajo su falta, baja las escaleras a desayunar y saludar a su familia, tiene una emoción particular, sonríe y dice:

— Buenos días, tías, buenos días, Ambrose.

Sus tías y Ambrose al unísono:

— Buenos días, Sabrina.

La tía Zelda al notar la innegable felicidad de Sabrina, le pregunta:

— ¿A qué se debe la peculiar sonrisa con la que te manifiestas hoy, sobrina? ¿Estás tramando algo?

Sabrina sonriente dice:

— Tía Ze, hoy es un día magnífico ¿no puedes verlo? No necesito una excusa para estar feliz.

Su tía Zelda sonríe irónicamente y Ambrose responde:

— Al menos tienes un motivo para estar feliz, prima, este encierro cada vez me pone de peor humor, siento que haré un conjuro para encerrarme en un capullo y no salir jamás de él.

–Las palabras pesimistas de Ambrose, se deben a que en el pasado, realizó una explosión en el Vaticano, por lo cual se le impuso casa por cárcel hasta que los altos directivos del concejo de brujas decidan qué hacer con él.-

Sabrina termina de desayunar rápidamente y se despide.

30 minutos después:

Sabrina llega a la escuela, ve a Harvey en su casillero y le dice:

— Hola, cielo.

Harvey, le da un beso en la mejilla y responde:

— ¿Cielo? WOW, creo que es la primera vez que me llamas así.

Sabrina riendo responde:

— ¿Te gusta?

Harvey: — Me encanta.

Sabrina: — ¿Qué harás hoy?

Harvey: — Estaba pensando en ayudarle a mi padre en las minas, ¿tienes una idea mejor?

Sabrina: — Mmm, estaba pensando en ir a tu casa.

Harvey: — ¿Y qué planeabas hacer?

Sabrina: — Nada de lo que te imaginas, te lo juro, digo, aún.

Harvey: — ¿Aún?

Sabrina: — Quiero hablar contigo de algo.

Harvey: — Me asustas, Sabrina.

Sabrina: — No es absolutamente nada malo, ya verás.

Harvey: — Dame una pista o no podré concentrarme hoy en clase.

Sabrina: — Okay, quiero que discutamos algo, Harvey, quiero darte mi virginidad.

Harvey: — ¿Te refieres a esta noche?

Sabrina: — En cinco días.

Harvey: — ¿En tus 16?

Sabrina: — Feliz cumpleaños a mí.