Capitulo 2 Adaptandose a las nuevas reglas

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-¿Sí? ¿y eso? ¿porque? ¿Ahora que hicieron mis adorables sobrinos?

-¡Ahh! que no hicieron, mejor dicho -exclame con un tono de frustración-. Como le estaba contando a tu esposa. Sé que ustedes están conscientes en que yo nunca he querido castigar a mis hijos de manera física, por más que me lo hayan aconsejado, ¿cierto?

-Si. Y para mí estas cometiendo un gran error si te soy sincera. Nosotros, como ves, a nuestros hijos le damos unas buenas nalgadas o correazos cuando es necesario y puedes ver que son niños de bien, bien portados, respetuosos, honestos -expreso Gladys de manera orgullosa de decir aquello de sus retoños.

-Mi esposa tiene razón Arturo, si sigues como vas, un día de estos se te van a descarrilar y ya será demasiado tarde para encarrilarlos. Como siempre he dicho unos buenos correazos dados en el trasero no los van matar. Pero eso sí, hay que saber en qué parte del cuerpo aplicarles el castigo, porque pegarle en la cara, cabeza o espalda y dejarles marcas, morados, o sacarles sangre, ya eso si es maltrato y no lo apoyo -asevero Mario.

-Aja, para allá voy. Pues hoy finalmente lo hice.

-¿Enserio? Debieron haber hecho una grande entonces -dijo el hermano de Arturo, mirándolo perplejo.

-Sí, así es. Ya hoy colmaron mi paciencia, y la que castigue fue a Eleanor, le di unas cuantas nalgadas en frente de sus hermanos, incluso le baje el pantalón de Piyama.

-Wow, wow, párate ahí. ¿Castigaste a tu hija de 16 años en frente a sus hermanos y solo en bragas?

-Sí, ¿Por qué?

-Bien hermano, si vas a empezar a castigarlos de manera física, si le vas a comenzar a pegar, dicho de una mejor manera, te recomiendo que lo hagas en privado y, sobre todo, con tus hijos, que desde pequeños nunca habían experimentado algo como eso.

-Nuestros hijos, aunque de pequeños siempre crecieron sabiendo la forma en la que ellos eran castigados y siempre escuchando el castigo de sus hermanos. Siempre han pedido y se les ha concedido que el castigo se les dé en la privacidad de su habitación y tanto Mario como yo hacemos lo posible por cumplir eso. En esa edad en la que se encuentran, la adolescencia, son muy vulnerables y pegarle delante de terceros lo ven como una humillación -aporto Gladis sincerándose con su cuñado.

-Mi esposa tiene razón hermano.

-Vale. No lo había visto de esa manera. Como son hermanos pensé que eso no importaría. Fabián no es nada pudoroso, ese se la pasa siempre en bóxer por la casa incluso enfrente a su hermana y nunca ha sentido esa pena. Sebastián si es más reservado con respecto.

-Pero no importa si él se pasea en bóxer, una cosa distinta es que le pegues delante de ellos. Y sobre todo a la niña que ese si es más delicada con ese tipo de cosas. Cuando los vayas a reprender asegúrate de que sus hermanos no estén presentes. Para ellos, aunque nosotros lo consideremos una tontería, es humillante. Y ahondando más en el tema ¿Por qué los castigaste? -inquirió de repente.

-Solo castigue a Eleanor. Y fue porque en la mañana junto a Sebastián se pusieron a pelar por ver quien entraba al baño primero y en eso mi hijo mayor para impedir que su hermana entrara, coloco los dedos en la rendija de la puerta y ella al cerrar se le quedaron atrapados. No fue grave. Pero Seb boto mucha sangre. Y perfectamente eso se podía haber evitado si no estuvieran todo el día peleando como perros y gatos -explico Arturo con una voz que reflejaba cansancio.

-Entiendo. Si, lo que hiciste con Eleanor no está mal. Así aprenderán a no pelearse por tonterías ¿y a Sebas no lo castigaste?

-No, me pareció que con su mano lastimada ya había tenido suficiente.

Un Hogar PeculiarWhere stories live. Discover now