Llegan tiempo de luz II

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Una semana después que le conté a Alex que quería trabajar me llega un mensaje de un trabajo que podía hacerlo desde mi casa.

L... Estoy muy emocionada porque quizás consiga el trabajo.
A... Mira qué bien, y de que trata el trabajo?
L... Bueno dicen que necesitan una persona para que atienda llamadas y eso.
A... Ok, y cuando tienes entrevista de trabajo?
L... Mañana.
A... Perfecto espero que te valla bien.
L... Gracias yo igual.

Luego de hablar un rato con Alex me acosté a dormir temprano con la emoción de que mañana quizás pueda conseguir un trabajo, para ayudar a mi papá con mis gastos.

Al otro día me prepare para mí entrevista de trabajo y de hay para mí clases de practica docente 4. Cuando llegó a la reunión hay un montón de personas hago la fila y entramos entonces nos dan la bienvenida nos informan que tenemos que hacer un entrenamiento.

Cuando llegó a la universidad Alex está allí y me pregunta que como me fue.

- Como te fue.
- Pues la verdad bien o eso creo, tengo que tomar un entrenamiento de tres días la próxima semana; oye ya que estaré un par de días por aquí puedo ir a tu casa y así ayudarte a estudiar para tu examen de física.
- Esta bien mi amor m parece perfecto, si quieres puedes ir a mi casa luego del entrenamiento.
- Me parece perfecto.
- si, mi amor hablamos por chat ya mis padres llegaron.
- Ok, que te valla bien y te cuidas mucho.

Una semana más tarde.

Es mi primer día de entrenamiento y la verdad es que me fue muy difícil convencer a mi padre de poder trabajar a él no le parece para nada correcto que yo ande buscando trabajo, pero es que estoy tan molesta con el con todo lo que ha pasado y lo mal que están las cosas en mi casa, mi mamá enferma echándome la culpa de todas las cosas que pasan, que mi papá diciendo que solo lo estoy chantajeando para pedirle dinero y ya son tantas las cosas que la verdad no sé qué hacer, estoy desesperada y creo que este trabajo me puede ayudar muchísimo.

Meses después.
Alex terna con migo de una manera sorprendentemente dolorosa para mi. Cómo es posible que el sabiendo lo importan que se había convertido en mi vida me dejará sin más y sin justificaciones claras.

Ya había entrado a trabajar como maestra en un colegio de la ciudad, si bien la paga no era muy buena y mucho menos la de mi otro trabajó apenas y me daba para subsistir, ya que me había ido de casa.

Ese día en particular llegue molesta a mi clase pues lo único que quería era llorar por el tonto ese. Pero mis estudiantes me ayudaron a llevar la carga un poco más llevadera, amaba mi trabajo y más a esos chicos con distintas personalidades que bien me sacaban de quiso pero que quería como hermanos pequeños.

UmbraWhere stories live. Discover now