Un Zombie Distinto [PAUSADA]

★ 9 ★

La mañana había llegado horas después, y con ello otro nuevo día de trabajo iniciaba para ambos zombies que cómodamente dormían acurrucados uno con el otro, quizás demasiado cómodos.

¡¡TWEK TWEK TWEK!!

La alarma del científico comenzó a sonar, el de cabellos blancos al igual que todas las mañanas se quejó al despertar pero algo o mejor dicho alguien le alegró la mañana, el simple hecho de ver a un dulce y pequeño soldado descansando sobre su pecho hizo que un leve rubor se formase en sus mejillas y una sonrisa se dibujara en su rostro, pero otra cosa arruinó ese momento. La molesta alarma siguió sonando y el científico frunció el ceño al estirar su mano para alcanzar su despertador para apagarlo, fue entonces cuando su tranquilo rostro cambió a uno sumamente alarmado al ver la hora que este marcaba.

- ¡¡En la madre!! ¡¡Jerry despierta, ya es tarde!!

Gritó notablemente asustado mientras dejaba a un lado de nuevo el despertador que aún sonaba y tomaba ahora al menor de los dos de los hombros y con fuerza lo sacudía por unos segundos.

- U-Ugh... ¿Que es que...?

Respondió el soldado todavía adormilado.

- ¡Tarde Jerry, tarde! -Dijo sin parar de sacudir al menor hasta que este último comenzó a quejarse- ¡Edgar va a joderme si se da cuenta de que faltamos!

- ¡A-Auch! C-Charlie... S-Se más gentil...

Dijo el pequeño soldado al quejarse del dolor que el contrario le causaba al apretar sus brazos y al sacudirlo de forma tan brusca, pero hubo algo que llamó la atención del científico, la forma tan dulce de Jerry al decirle aquello... algo le dió, su rostro enrojeció de vergüenza y soltandolo de inmediato se levantó de la cama haciendo al menor a un lado.

- ¡Y t-tu levántate! ¡AGH! No tengo tiempo para esto

Charlie enseguida se puso de pie y tomó rumbo hacia su armario para buscar algo limpio luego de semanas de usar lo mismo todos los días, debía verse decente para bajar el regaño que definitivamente Edgar le daría. Jerry por su parte de tomó su tiempo para levantarse, el no lucía preocupado apesar de ser que siempre llegaba a tiempo a su trabajo, de hecho, apesar de la preocupación de su amor platónico este lucía sumamente alegre y calmado, ¿Y como no iba a estarlo? Había dormido en la misma cama que el, sintiendo su cuerpo y su calor... Sep, estaba sumamente contento, o lo estuvo hasta que miró sus ropas.

- ¡O-Oh! Charlie, mi ropa, mi uniforme está en mi casa, ahhhh ¡C-Chispaas! ¡N-No puedo llegar en pijama, n-no otra vez!

Si bien Charlie estaba preocupado esa pequeña "maldición" dicha por su amigo le sacó una sonrisa.

- Dijiste la once~... Tranquilo, te conozco y sé siempre tienes algo allá por si llegas a ensuciarte o algo... ¿No?

- Ah... Cierto, p-pero si llego con esto... Se volverán a burlar de mi... M-Mike se burlará de mi...

Susurró aquello último observando la bonita pijama de Charlie con una expresión triste mientras encogía sus hombros. Charlie odiaba ver esa expresión en su rostro así que por unos segundos devolvió su mirada hacia su armario, segundos en los cuales una idea le llegó a la mente tras ver una de sus viejas batas de laboratorio. Tomando la más decente del montón y uno de esos pantalones que siempre usaba el volvió a mirar a Jerry.

- Ten, ponte eso -dijo arrojando las prendas al menor - Supongo que Edgar no dirá nada si te ve con eso... Y si lo hace excusate con que tú uniforme estaba sucio y te cambiarás ahí, de nada~