❛ᴇsᴄʀɪᴛᴏ¹²❜

5.5K 769 157
                                    

»Número.

Transcurrió una semana desde que el anónimo de las cartas desapareció.

Una sensación de rareza le invadió, era muy extraño, pues se acostumbró a ver cada día una carta en su locker de las zapatillas, cada mañana. Y ahora ya no había nada, nada más que sus zapatillas.

ー¿Hoy no hay nada? ーpreguntó con curiosidad el guardián de Karasuno. Hinata negó.

ーNo, nada.

ー¡Eso es bueno! Ya no tienes más un acosador. ー Exclamó contento Tanaka que iba al lado de Nishinoya.

ーYa no hay nada de que preocuparse, Hinata-san. ーintervino el hombre alto que parecía una figura sagrada.

ーAsahi tiene razón, al fin descansara de tu acosador. ーel bajito le dio una suave palmada de consuelo a la espalda del pelirrojoー. no vemos Shoyou.

Asintió viendo cómo se marchaban a sus clases.

Estando completamente solo giró viendo el locker vacío. Suspiró, no entendía porqué se sentía de esa manera, con tristeza. Quiso pensar que tal vez se trataba de lo habituado que estaba al encontrar cartas todos los días allí y que, ahora que había rechazado al extraño lo hacía sentir de ese modo.

Miro una vez más el casillero y lo cerró yendo a sus clases.

ーEs genial,¿no? ーcuestionó al hombrecito.

La cancha se quedó en completo silencio hasta que Hinata decidió responder.

ーNo lo sé. Me agrada a pesar de que no puedo corresponder y ahora se siente vacío, ahg... ¡No sé cómo explicarlo!

ーHinata. ーlo tomo por los hombrosー ¿¡no me digas que te has enamorado!?

ーNo exageremos tan pronto, suga-san. ーintervino el número 1 de Karasuno al ver que su kouhai se encontraba en una especie de trance.

ー¡Ustedes tres a entrenar!. ーregaño Ukai-sensei.

Los tres corrieron a la cancha empezando a practicar. Hinata lo lejos fue testigo de como el número 11 y el pecoso murmuraban, eso no era precisamente algo nuevo sino que había alcanzado a escuchar algo que lo dejó bastante desconcertado.

¡Tsuki, te digo deberías decirle!

ー¡Basta, yamaguchi! Era mejor cuando no sabías. ーEl nombrado fruncido él ceño. Estando a punto de recriminarle fueron interrumpidos.

ー¿Qué tanto rumorean? ーDaichi les dio un fuerte golpe en el hombro de ambos.

Momentáneamente agradeció por eso. Tsukishima y Yamaguchi estaban demasiado cerca. Aunque no entendía por qué se sentía aliviado.

La clase de Biología lo estaba arrullando, cabeceó un par de veces, estando apuntó de caerse reaccionó parpadeando no era bueno idea dormirse ahora. Dirigió su mirada a la ventana que tenía a lado. Se percató en Tsukishima y Yamaguchi que estaban en el patio, de un segundo para otro él peliverde se puso de puntillas alcanzando la estatura del mayor y cubriendo ambos rostros con un cuaderno que tenía a la mano. Golpeó fuertemente el escritorio llamando la atención. No le importo, pues estaba molesto.

¿acaso Tsukishima y Yamaguchi...? No. ¿por qué estaba enojado?

Después de ser regañado por la profesora se dirigió abajo donde  estaba su locker, cuando estaba por llegar miró un trozo de papel saliendo del casillero y corrió hacia él, con una sonrisa tomó la carta abriéndola.

Querido idiota.

Escucha... No, lee esto idiota. Ya no podré seguir escribiendo cartas. Alguien me descubrió cuando dejé una carta en tu casillero.

Ahora ya sabes. Aquí tienes mi número para que podemos seguir escribiéndonos.

+011 81 **** ****.

P.D: Ya date cuenta.

Atte. Sk

No estaba completamente seguro si era buena idea darle su número a un acosador pero le alegraba que el anónimo quisiera seguir en contacto con él a pesar de ser rechazado.

» ❝𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐢𝐝𝐢𝐨𝐭𝐚❞ ©;; Tsukihina ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora