• 18: Viaje sorpresa •

Începe de la început
                                    

—No te lo voy a decir, es una sorpresa, lo preparé todo para que no te enteres hasta que lleguemos al aeropuerto de nuestro destino.

—Tienes difícil descubrir el destino eh, Hopy—Me giré y le sonreí a Zayn.

—Lo sé, pero mientras esté con Lou, no me importa el lugar.

—Por eso te amo princesa—Me giré y nos besamos. Zayn empezó a reírse a carcajadas.

—Hey parejita, me hacéis extrañar más a Perrie, menos mal que ya llega hoy, largaros ya, o perderéis el avión—Louis abrió los ojos como platos y me cogió de la mano.

—Vámonos. Zayn... —Louis lo miró y Zayn dejo de reírse—No se olviden de llevar nuestras cosas al departamento.

—Tranquilo romeo, cuando volváis, ya todo estará allí—Louis le sonrió y tiró de mi hacia la puerta.

— ¿Ni si quiera me vas a dejar despedirme? —Louis se paró en seco y me miró.

—Solo nos vamos dos días, no dos años—Sonrió y yo me mordí el labio. Volvió a tirar de mí y entramos al coche.

— ¿Y qué piensas hacer con el coche? —

—Perrie llega hoy, ella lo lleva de vuelta a casa.

— ¿Lo tienes todo planeado eh? —Sonrió victorioso y asintió mientras arrancaba el coche. Me dio un beso rápido y nos fuimos hacia el aeropuerto.

Al llegar, me hizo ponerme una venda en los ojos.

—Louis, ¿qué dirá la gente si me ven así? —Escuché su risa.

—Todos saben que te amo, además puse en Twitter a dónde íbamos y que tu no sabias nada, así que no van a pensar nada raro.

—Realmente lo planeaste todo sigilosamente—Sentí sus labios sobre los míos y sonreí.

—Te amo—Me susurró en el oído.

—Y yo—Le dije mientras sonreía. Él me agarró del brazo; ya que yo no veía nada. Escuchaba como hablaba con una azafata, pero hablaban en clave. Sonreí al escuchar como hacían "PI" en el sitio del destino.

El vuelo duró poco, o eso creo, porque como tenía los ojos tapados me quedé dormida.

— ¿Ya me puedo quitar la venda? —

—No, he decidido que mejor te la quito cuando estemos en un sitio.

—Louis...Ya dime, o al menos, dime el sitio.

—Mmm...No, el sitio a donde te quiero llevar, es a donde siempre dije que quería llevar a la mujer de mi vida, y esa eres tú, así que, aquí estamos, en el lugar que siempre quise estar con el amor de mi vida—Sentí otra vez sus labios sobre los míos. Nos besamos un rato hasta que Louis se separó lentamente—Voy a coger las maletas—Me cogió de la mano y caminamos lentamente. Louis me soltó un momento para coger las maletas, pero rápidamente me volvió a coger de la mano. Salimos y lo escuché reír.

— ¿Qué pasa? —

—Que hay mucha gente echándonos fotos, esto será una noticia rara.

—Te lo dije Lou, deberías de quitarme ya la venda—Sentí sus manos sobre mi cara.

—De eso nada, la venda no te la quito hasta que lleguemos a ese lugar—Me cogió de la mano y tiró de mí. Yo solo sonreía, el lugar ya podía ser un lugar lleno de barro o cualquier cosa sin sentido, que a mí no me importaba, todo lo que estaba haciendo Louis me encantaba.

Subimos a un taxi y oí a Louis susurrarle algo al taxista. Sentí el suave tacto de la mano de Louis acariciarme el brazo, yo sonreí y al rato el taxi se freno.

—Vamos—Me ayudo a bajar—Señor, ¿puede llevar las cosas al hotel de esta dirección? El chico de la entrada ya sabe qué hacer.

—Claro—Escuché que hablaban algo más, pero no logré saber el que. Louis se volvió a acercar a mí y caminamos un poco, hasta que se frenó en seco

—Ya llegamos—Me llevé las manos a la cara y sujeté la venda.

—Por fin—Pero noté otras manos en mi cara.

—Yo te la quito, princesa—Sonreí y asentí. Louis me la fue quitando lentamente, cosa que me desesperaba, ya quería ver donde me había llevado. La luz me molestaba en los ojos; señal de que aun era de día. Los abrí despacio y me quedé sin respiración durante unos minutos.

—Eso que tengo en frente es...Es...La...La... —Louis se echó a reír y me besó la mejilla.

—La Torre Eiffel.

—Estamos en París...Dios mío.

—Dime que te gusta antes de que me dé un paro cardíaco.

— ¿Cómo puedes llegar a pensar que esto no me va a gustar? Si me encanta— Sonreí de oreja a oreja y lo abracé apretándolo contra mí lo más que pude.

—Que me abraces así, que estés feliz...Hace que todo el estrés haya valido la pena—Me separé y lo miré fijamente a los ojos.

—Te amo Louis, te amo como nunca pensé amar a nadie—Me acerqué lentamente y lo besé, ahí mismo, con la torre Eiffel en frente nuestra.

Nos estuvimos besando bastante rato, hasta que nos separamos por falta de aire.

—Subamos.

— ¿A dónde? —

—A la torre Eiffel—Abrí los ojos como platos.

— ¿Estás hablando en serio? —

—Claro princesa, la vista es espectacular...y luego iremos a comer, ¿no tienes hambre? —Sonreí y le acaricié la cara.

—Estando contigo se me olvida hasta comer—Louis soltó una carcajada y me pegó a él. Me rozó los labios con los suyos, y sonrió.

—Bueno, para eso estoy yo, para recordártelo, vamos—Me dio un beso rápido y tiró suavemente de mi hasta la torre Eiffel. Fuimos abrazados, ya que hacía mucho frío. Tardamos un rato en subir, pero subimos hasta arriba del todo.

— ¿No tienes vértigo? —

—No princesa, ¿tú sí? —

—No...Estando contigo no—Se acercó y me besó. 

Nos estuvimos besando por lo que pareció una eternidad, pero estando junto a él, no me importaba el tiempo. Luego nos hicimos unas cuantas fotos, y se las mandamos a los chicos, todos contestaron normal, hasta que lo hizo Niall, y entonces nos pidió comida parisina, sacándonos una carcajada, que hizo que los demás turistas nos miraran raro.

Pasamos el resto del día por ahí. Comimos, visitamos unos cuantos lugares conocidos, y fuimos a ver una película romántica, de la cual casi no nos enteramos, porque nos pasamos casi las dos horas que duraba besándonos. Cuando se hizo de noche, volvimos al hotel, donde Louis había mandado poner pétalos de rosa en forma de corazón sobre la cama. Jamás podría olvidar ese viaje, ni mucho menos a como fue Louis durante esos días.

El tiempo se pasó rápido, y cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos abandonando el hotel y camino al aeropuerto.

—Te prometo que volveremos, y pronto.

—Mientras sea contigo, me da igual cuando volvamos.

—A lo mejor, la próxima vez, no venimos solos—Louis levantó las cejas seguidamente mirándome con su mirada picara.

—No quiero preguntar, porque sé que tu respuesta me matará de amor, y no podremos irnos hoy—Louis sonrió y se acercó.

—Entonces te lo digo.

—Pervertido—Le di un suave golpe en el hombro y Louis me agarró por la cintura levantándome en peso; y dándome una vuelta.

Él había hecho esos dos días, los más perfectos de mi vida.

Al llegar a Londres, nos fuimos directos al departamento. Estábamos cansados y queríamos dormir, al día siguiente ya iríamos a ver a los chicos.

Quien me iba a decir a mí, que mi felicidad, se iba a esfumar tan rápido de mis manos.

Celos [Louis Tomlinson]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum