Capítulo 6: Dudas.

Start from the beginning
                                    

—Yo toque, pero pensé que tardarías más —dice poniéndose de pie rápido y bajando la mirada, posiblemente sintiéndose avergonzado. Asiento con la cabeza, pero él no puede verme— Solo vine a traer tu maleta. Con permiso.

—¡Joe!

Lo detengo antes de que salga de la habitación, más específicamente con su mano sobre el pomo de la puerta. Sus ojos tardan unos segundos en posarse sobre mí y me observa de pies a cabeza mientras logro hacer que mis pies den unos pasos, acercándome unos pocos centímetros hacía él.

—Gracias por traer mi maleta —le digo cuando sus ojos vuelven hacía mí, con toda la tranquilidad que puedo fingir en este momento.

—De nada —baja la mirada y frunce el ceño, como si algo le doliese. Frunzo el mío.

—¿Sabes dónde está mi padre? —pregunto ya un poco molesta por su extraña actitud. Actúa como si hubiera visto la cosa más horrible del mundo.

—Vendrá en unos minutos a buscarte. Con permiso —dice antes de salir casi corriendo de mi habitación y cerrando la puerta con un poco de fuerza, me sobresalto.

Busco algo de la ropa deportiva que guarde en mi maleta y obviamente ropa interior, y la llevo al baño. Camino enojada sintiendo como las gotas de mi cabello se deslizan por mi espalda. Agh, estúpido Joe. ¿Cuál es su problema conmigo? Estoy segura de que soy la chica más hermosa que verá en toalla. Agh. Idiota.

Una vez que estoy completamente vestida, vuelvo a salir de la habitación sintiendo el enojo dominar todo mi ser. Mi ceño fruncido se desvanece al ver a Derek sentado sobre mi cama.

—Qué bueno verte —dice poniéndose de pie y camina hasta llegar a mí— ¿Dormiste bien?

—Eso creo —asiento con la cabeza—¿Está todo en orden?

Por alguna razón, siento que algo no anda bien. Derek no demuestra nada en su rostro, ningún signo de nerviosismo, ni tampoco como si estuviera engañándome en algo. Se encuentra como normalmente está. Pero lo mío es solo una sensación. Creo que estoy muy paranoica.

—Sí, estaba buscándote. Quiero presentarte a algunas personas.

—Oh, eso es nuevo —me río elevando mis cejas con sorpresa— Pues vamos.

Salimos de la habitación donde nos encontramos con un largo y ancho pasillo totalmente blanco, con puertas de un color beige. Me pregunto si son habitaciones para las personas que viven aquí y si habrá más personas adentro. Llegamos hasta el final del pasillo, doblando hacía la derecha, encontrando un elevador. Una vez dentro, Derek presiona el botón hacía el piso número cinco. Esperamos unos minutos en silencio y las puertas vuelven a abrirse.

Lo que veo es varías personas caminando de un lado a otro. Estamos en lo que parece ser una oficina. Los empleados no se fijan en nosotros, parecen demasiado sumergidos en lo que ven en sus computadoras o lo que anotan en sus borradores, escuchando por un teléfono. Caminamos hasta el final del lugar, donde una gran puerta de color rojo está custodiada por dos hombres a cada lado, que al verlos se dan un asentimiento de cabeza y abren la puerta para que podamos entrar.

Dentro, hay un hombre de traje sentado detrás de su escritorio. Viste un traje y parece haberse agotado todo un pote de gel esta mañana. Me hace acordar un poco a las oficinas de alguno de mis familiares, con la diferencia de que ellos se encargan del mundo empresarial y este hombre bueno... ¿Político? Joe y Olivia están alrededor de su escritorio, estaban charlando, pero al vernos entrar todos quedan en silencio.

—Sophie, él es el Señor Cohen, director de la Agencia Central de Inteligencia —habla Derek llamando la atención del hombre gel, que estaba posando sus ojos en mi hace unos segundos— Quiero presentarle a mi hija Sophie. Ella...

¿Destinados a estar juntos? (Sin editar)Where stories live. Discover now