Epílogo

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Las cámaras y los micrófonos se acercaron rápidamente a la pareja que salía de la iglesia, Grease en Brodway había sido un éxito y a los actores se les habían presentado nuevas oportunidades por lo que regularmente viajaban, pero ese día todos se encontraban en Nueva York.

Sharpay salía de ­­la iglesia sonriendo y saludando a las cámaras, del brazo de su esposo y seguida por su hermano y familia.

Su rostro no se podía ver más radiante y eso pudo identificar Gabriella y entenderla, pues hacia poco más de un año que ella había estado en la misma situación.

Había tenido la oportunidad de platicar con ella después de varias funciones de Grease y Troy tenía razón, era agradable, egoísta y un poco frívola, pero sincera. Y podía ver en sus ojos como lo feliz que era casándose y sonriendo ante la cámara, así que se alegraba por ella.

Los reporteros se acercaron a tomar fotos y a llenarla de preguntas.

—Sharpay, Sharpay, ¿Qué sigue para ustedes?

—Sharpay, ¿Dónde planean hacer la luna de miel?

—Sharpay, aquí, ¿Planean tener familia pronto?

Cientos de personas los acorralaban, lo mismo a Troy que sujetaba la mano de Gabriella y esta sólo trataba de caminar rápido.

—Troy, nos sorprendió mucho verte con alguien

—¿Troy es verdad que te casaste el año pasado a escondidas?

El mencionado se detuvo después de que su esposa asintiera.

—Sí, nos casamos y somos muy felices, muchas gracias. Pero la novia está allá y les apuesto le gustará tener exclusividad en su programa.

—Claro, claro—respondió una periodista—pero es sólo que de ti no sabemos nada.

—Sí y así será.

Caminaron rápidamente hacia la camioneta de Troy mientras los periodistas se quejaban delante de las cámaras que Troy Bolton no quería dar declaraciones pero al que menos sabían que los rumores de su matrimonio eran ciertos.

Troy encendió su camioneta, con una mano sujetó el volante y la otra la colocó en la pierna de Gabriella.

—¿Todo bien? —preguntó el chico a su novia que se retocaba los labios para ir a la celebración de la boda de Sharpay.

—Sí, se aprende a vivir con esto—sonrió entrelazando sus dedos en la mano de Troy.

Su camioneta siguió a toda la corte de Sharpay para llegar al jardín donde se llevaría a cabo la fiesta.

Era un lugar enorme con más de 10,000 invitados, nada que ver con la boda celebrada un año atrás. Aquí había alfombra roja, reporteros esperando en la entrada, cientos de meseros portando bocadillos y bebidas. Las letras A & J estaban a mitad del jardín con luces en el centro junto a un lago.

En algún otro momento Gabriella se hubiera sentido incomoda pero ya se estaba acostumbrando a ese tipo de reuniones y más al rodearse de gente que conocía previamente por Troy.

La fiesta fue muy buena y los medios se retiraron una vez que le tomaron ciento de fotos a los recién casados. Por lo que a pesar de todo, se sintió un ambiente familiar y cercano. Incluso Gabriella y Sharpay parecían haber olvidado sus rencores adolecentes pues cuando la segunda tuvo que ir al baño, fue la esposa de Troy quien le ayudó a recoger su largo y pesado vestido.

Pasadas de las dos de la mañana, Troy y Gabriella se despidieron de los novios.

—Ahora que acabó Grease, espero nos sigamos viendo.

—Sabes que sí, Troy—le respondió Joe—son bienvenidos a nuestra casa, aunque ahora con la filmación de tu nueva película veo un poco difícil que tengas tiempo.

—Sin contar que Gabriella tiene sesenta casos pendientes—agregó Sharpay—pero aun así son bienvenidos cuando quieran.

—De igual manera saben que siempre pueden ir a nuestra casa.

Después de darse un abrazo y felicitarlos por las fiesta y su unión matrimonial, Troy y Gabriella esperaron a que les entregaran su camioneta, ella temblaba de frio a causa de su vestido escotado, por lo que Troy se quitó su saco y la cubrió con sus brazos a lo que ella respondió con un beso.

Su año de matrimonio había sido excepcional, los problemas que pronosticaron por causa de sus profesiones tan diferentes nunca se materializaron en su vida juntos, el despacho de Gabriella cada vez iba mejor, su ex jefa la había canalizado con varios clientes en Nueva York que la contactaron inmediatamente y de hecho ya tenía a dos personas trabajando para ella. Toda la temporada de Grease estuvo aplaudiendo los bailes de Troy y dejó de importarle que se besará con Sharpay porque entendió sólo estaba trabajando. Troy por su parte, había audicionado para una película musical junto con Hugh Jackman y había sido seleccionado, por lo que le tocaba estar de viaje muchos días.

Llegaron a su departamento y a pesar de la hora, su perrito los esperaba despierto y los siguió hasta su habitación donde se dispusieron a descansar pues ambos tenían mucho trabajo para el día siguiente. 

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