Capitulo 6: Silvio Rodríguez

Zacznij od początku
                                    

-Vaya pintas debo tener, es que estaba terminando de fregar unas cosas, estaba comiendo, pero la inspiración me vino y lo dejé todo y bueno...-dijo nervioso dejando el trapo de cocina. -pero ya está todo arreglado.

-Poneros cómodos ¿queréis algo de beber? ¿cerveza, agua? -preguntó un poco nervioso.

El grupo se fue acomodando en los sofás mientras él sacaba bebidas para todos.

-Gracias por la invitación Pablo, ha sido un gustazo saber que nos invitabas a tu casa. -aseguró Mireya acercándose a él hasta con un cierto punto de descaro pasando por su lado y sentándose al lado de Nerea.

Miriam admiraba hasta cierto punto la confianza que tenía en si misma Mireya. Sonrió para sí y sin darse cuenta se fue acercando al piano. Cerca de este tenía una estantería con sus premios.

-Es muy bonita tu casa Pablo. -aseguró Ana que se había sentado al lado de Roi.

Pablo agradeció el cumplido y se acercó a donde estaba Miriam, quien miraba el libro que tenía encima del piano.

-Silvio Rodríguez, un gran cantautor y una gran inspiración para mí. -aseguró.

Pablo cogió el libro y se lo enseñó a Miriam.

-¡Ábrelo, por donde quieras!-Miriam lo miró y fue a abrirlo pero este lo apartó-con los ojos cerrados, por favor.

Miró un poco nerviosa a Pablo, el resto se habían quedado en silencio observando la escena. Miriam cerró finalmente los ojos y Pablo sonrió ampliamente. Sin decir nada, ella cogió la tapa y un par de hojas y abrió el libro.

-En el claro de luna. -susurró diciendo el título de la canción, de una forma que a Miriam le pareció que se lo decía solo a ella.

Miriam abrió los ojos y se quedó mirando los ojos brillantes de Pablo fijamente, pero se retiró al escuchar el cuchicheo de sus amigos. Se apartó de él acomodándose el pelo y mientras Pablo se acercó a las teclas, ella se apoyó ligeramente en la cola del piano.

Todos quedaron hipnotizados con la voz y el piano, cayendo alguna lágrima rebelde más de uno. Al acabar la última nota, todos se pusieron de pie y aplaudieron con ganas. Eso parecía un concierto, el mejor concierto que habían vivido en sus vidas.

Miriam no atinaba a aplaudir y a secarse los lagrimones que caían por su rostro. Al verla Pablo sonrió y ser acercó a ella para abrazarla con fuerza.

No había nada como la música para romper el hielo y para eso Pablo era un experto. Pasaron varias horas cantando y al piano todos, Pablo los invitó a pizza y a más cerveza y todos pasaron un rato muy agradable y musical. Se hicieron varias fotos que luego algunos colgaron en sus redes sociales.

Eran cerca de las 11 de la noche y empezaron a levantarse, Pablo los acompañó hasta la puerta y estaban despidiéndose cuando a Miriam le sonó el móvil.

-Cariño...-al escuchar la respuesta, Miriam se quedó callada.

Nadie escucho que decía el que había llamado, pero no sonaba contento.

Hizo un gesto con la mano al resto y se alejó hablando con el móvil para tener privacidad.

-Eso no ha sonado bien. -susurró Roi.

- ¿Era su novio?-preguntó Ana

Roi solo asintió. Todos se miraron en silencio Miriam se había alejado con mala cara.

-------------------------------------------

Miriam empezó a caminar por la calle, alejándose de la casa y tratando de tranquilizar a Pablo. Este había visto fotos de ella con los chicos y Pablo López en el Instagram de estos mientras cenaba con sus amigos en común y la había llamado enfadado. Estaba pasando una agradable noche con sus amigos, solo mal por la falta de su pareja cuando una amiga había mencionado una tal foto en el Instagram de uno de los chicos de OT. El resto había mencionado lo guapa que estaba su novia y lo bien que se la veía en Madrid en casa de Pablo López con sus nuevos amigos. Incluso alguno había preguntado "¿pero Miriam no se había quedado en Madrid por cosas del trabajo?". Todo esto había caído como un jarro de agua fría al novio de la leona y después de tomarse un par de cervezas y los comentarios de sus amigos, no había podido resistirse a llamarla para pedirle una explicación.

-Pablo, no te pongas así, por favor. -pidió Miriam mientras miraba alrededor, no conocía la zona y quería recordar por donde volver.

-Es que no te entiendo. -se quejó -Dijiste que tenías algo importante y por eso no venias este fin de semana...-pero ella lo interrumpió. Decidió parar y se apoyó en un árbol, ya se había alejado lo suficiente.

-Es algo importante para mí...

-¿Estar de fiesta en casa de un famoso al que apenas conoces es más importante que tu familia o yo?-es fue un duro golpe para Miriam.

-No es una fiesta...-no supo cómo llamar al buen rato que había pasado con sus amigos y Pablo-es una reunión de amigos.

-Miriam, ellos no son tus amigos, tus amigos están aquí conmigo. -se quejó.

Eso fue otro dardo directo a su corazón, notando el dolor, pero luego haciendo que la rabia empezara a extenderse por su cuerpo.

-Me duele que digas eso, ellos son como mi familia y lo sabes. Estuvimos mucho tiempo juntos, fueron mi única familia y apoyo en la academia e incluso después de ella y son parte de mi familia ahora. -casi dijo esto con los dientes apretados de la rabia que le había entrado.

- ¿Y Pablo López también es tu familia ahora? -preguntó a la defensiva, sabía que acababa de meter la pata hasta el fondo, el mismo estaba agradecido al resto de participantes por haber cuidado a Miriam y esto le hizo canalizarlo hacia otro inocente.

-No, por ahí no paso ¿qué es esto, un ataque de celos? No los metas en esto.

-Estás en su casa ahora y por eso no estás ahora aquí.

-No, ahora no estoy con ellos por que he tenido que alejarme para que no nos escucharan, mejor dicho, para que no escuchen a mi novio celoso de mis amigos y de un famoso con los que he pasado la tarde. -le recriminó.

Esto último lo dijo casi gritando, y tuvo que mirar hacia atrás para comprobar que nadie la había escuchado. Se quedaron en silencio.

-Miriam no son celos, es miedo, es enfado e incluso desilusión...-Miriam iba a hablar, pero Pablo no la dejó-tenía muchas ganas de verte, todos teníamos muchas ganas de verte este fin de semana. Sabes que ahora no es como antes y todos te echamos de menos aquí, incluso tu familia. -se quejó.

-Mi familia entiende que esto es mi vida ahora. Todos hacemos sacrificios.

-Estar de fiesta con famosillos no es hacer sacrificios. -atacó de nuevo.

- ¡Pablo! No digas eso, me estas haciendo daño, mucho daño. -pidió mientras se volvía a apoyar en el árbol, cansada por la conversación.

Las palabras de Miriam le cayeron como un jarro de agua fría e intentó tranquilizarse.

- ¿Entonces que es lo que estás haciendo ahora? -intentó justificarse con la voz quebrada.

-Sabes lo que respeto a Pablo y lo mucho que me gustan sus composiciones, desde siempre y nos ha invitado a su casa a mi y a todos los de OT-recalcó esto último-son oportunidades que me está dando la vida para conocer gente interesante e inspiradora para componer y conocer este mundo que es nuevo para mí y no quiero cagarla o ir por donde no debo ir. Esto es parte de mi trabajo y como dice mi padre puedo tener la gran suerte de que me encante mi trabajo y disfrute haciéndolo. -tomó aire-Y no Pablo, no lo estaba pasando mal, al revés y estaba aprendiendo mucho, pero veo que no lo entiendes.

Las lágrimas empezaban a caer por sus mejillas, estaba tan triste, tan mal por las palabras de su novio y la poca comprensión que le estaba teniendo que no escuchó que alguien se había acercado a ella.

-Miriam ¿estás bien?


Sólo decir que espero que os haya gustado y...

Hagan sus apuestas señoras y señores sobre que pasará...

Como siempre agradeceros las lecturas y las estrellitas a la historia ;)

Ellos y un piano: PabliriamOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz