Las Sultanas son el pilar del Imperio otomano, ellas no sólo dan a luz Príncipes y Sultanas, sino que también se encargan de que el şehzade suba al trono y sea el dueño del mundo.
Ahí es donde entran ellas, cada una llego de distintos lados del mund...
—Vamos, vamos con tu madre—dijo Ahmed viéndo tal espectáculo
—Madre, ya está todo hecho, Murhan ha terminado lo otro—dijo Mahidevran
—Perfecto—sonrió y se echó agua en la cara y fingió gritar—¿Perfecto?
—Claro —Ambas salieron
—¿Que es ese alboroto?—dijo Mihrimah cuando los tres Príncipes entraron a los aposentos de Nur
—Madre, Korküt estaba luchando contra Mahmud y este cayó inconsciente y iba sangrando, Mahidevran le echo la culpa a Korküt—dijo Ahmed
—Sivekar se pondrá peor, su majestad puede culparte—dijo Nur dándole agua—Tranquilizate, nosotras te ayudaremos —la puerta fue abierta por varios guardias.
—¿Cómo se atreven a entrar así en los aposentos de una sultana —gritó Mihrimah
—Tenemos orden de llevar al príncipe Korküt ante su majestad—dijo el guardia
—Iré —las miró — diganle a mi madre—suspiró y siguió a los guardias
—Esto es una trampa, ¿Dónde quedo la espada?—dijo Nur
—En el jardín —dijo Mustafa
—Şekerpare hatun—gritó Mihrimah—Ve por esa espada, ¡Ahora!
—Yo ire por Sivekar—dijo Nur—Hijo—este la siguió
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—¿Que paso?—dijo Sivekar poniéndose de pié —¿Dónde está mi hijo?
—Calmate, está con el sultán, ya pronto sabremos que paso, si te alteras vas a empeorar todo
—Pero es mi hijo, ese hombre perdió credibilidad desde qué dejo a Gevherhan aquí y a nosotras nos mando lejos.
—Sivekar—dijo Mihrimah —No esta por ningún lado esa espada
—Ahí quedo sultana—dijo Mustafa desesperado
—Pues se encargaron de desaparecer la, ahora todos están en peligro—susurró Mihrimah
—¿Por que haz intentado matar a tu hermano?—le gritó el sultán—¿Cómo te atreves? Con que derecho
—No quise hacerlo, estábamos luchando nada más, no lo heri, jamás mi espada toco su cuerpo
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—No te di la palabra, jamás dije que hablaras, la espada tiene la sangre de mi hijo—le siguió gritando.
—Yo también lo soy —alzó la voz
—Por desgracia—dijo con amargura—Dejarás Manisa, iras a Amasya, Onur paşa, Yusuf irá a la provincia de Mahmud y este ira a Manisa—dijo serio—llevenselo—ordenó
—Sultana Muazzez, el Şehzade Yusuf tomará el mando de la provincia del Şehzade Mahmud.
—¿Por que? ¿Que ha pasado?—miró a Gülbahar kalfa
—Una tragedia, el Şehzade Mahmud gue herido según por culpa del şehzade Korküt, el sultán lo mando a Amasya.
—Por allah, pobre Korküt —suspiró —esto fue planeado Gülbahar, cuida a mi hijo iré con ellas.
—Ya ve, han herido a mi hijo por envidia, odio—dijo sollozando—
—Ya tome medidas
—No lo hizo—dijo—el tiene que ser el heredero su majestad, mi hijo corre peligro, no quiero perderlo—susurró
—Mejor ve con el, Aghas llamen a Gulizar kalfa
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