-Capítulo 1.

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Lucy, Lucy, escucha -dijo tocando levemente mi hombro- no has escuchado la alarma, me tengo que ir... regreso tarde, no me esperes despierta -Dijo suavemente-

Escuche la puerta cerrarse, significando que ya se a ido, suspiro y cierro mis ojos por un momento.

Soy una chica de 19 años casada, si, casada con un hombre de 36, mi marido Cesare Di Arcangelo.

Cara de dios griego, ojos negros como la noche, que hacen temblar a cualquiera, un pelo negro desordenado y un poco largo que provoca agarrar y acariciar,  y un cuerpo musculoso y formado que hace gemir a todas...

Y yo, Lucy Withe, una italiana, no soy estúpida, se lo que tengo y que no, tengo un cuerpo delgado y ejercitado, larga y tonificadas piernas que no pasan desapercibidas por cualquier ojo masculino,  no me quejo de mis senos, no son tan grandes ni tan pequeños, tengo una larga melena rubia y unos grandes ojos celeste.

Me case porqué me enamore de el hombre más encantador que allá conocido aun que eso no lo parezca en estos momentos... últimamente llega muy tarde y sólo me llama para hacerle el desayuno y hablar del periódico, soy su esposa y se que algo le está pasando cada vez que trato de tocarlo, de acariciarlo... se tensa y se retira rápidamente con una excusa barata, me enoja no saber que está pasando, qué nuestro matrimonio se esté acabando me da miedo... el es mi mundo, toda mi vida gira entorno a el, tengo pocos amigos y siempre estoy aquí encerrada esperándolo, pero llega tarde y lo único que puedo hacer es dejarle la cena preparada o tratar de esperarlo, pero al parecer eso le molesta...

*Flashblack*

Escuché como su auto llegaba y aparcaba el auto en la cochera, me levante y acomode mi cabello, casi me quedaba dormida otra vez en el sofá... escuché la puerta abrirse y lo vi, tenia el cabello más desordenado de lo normal.

Oh... ¿Lucy porqué me haz esperado despierta otra vez? -soltó molesto mientras dejaba el maletín en la mesa del comedor y venia hacía mí  sacándose la corbata- ¿No te había dicho que no me esperaras despierta? -se acerco más a mi y me tomo por la barbilla- ¿NO TE LO DIJE LUCY?

S-si... lo dijistes -susurró mientras lo veo a los ojo- disculpa Cesare, sólo que quise esperarte para conversar y...

¡Basta! -Dijo y me soltó la barbilla y se alejó un poco- Quiero descansar por un maldito momento -Dijo, me miró nuevamente con esa mirada seca y vacía, se fue a la habitación dejándome sola-

*Fin Flashblack*

Suspiro y me levantó, otro día más...

Bueno, aquí el primer capítulo</3

Cuidense.


Un esposo infiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora