¿Destinados a estar juntos? (Sin editar)

Capítulo 5: "... Me gusta ir un poco más allá de la línea"

—No estaba enojada —lo niego y pone una cara como diciendo "Ay, vamos", aun así no lo acepto— No sé por qué reaccione así.

—¿Tienes algo que decirme, Sophie? —pregunta y sé muy bien que se refiere a mi ataque de enojo sin ninguna razón o bueno, para él. Niego con la cabeza— Sabes que cuentas conmigo para todo en este viaje.

—¿Para todo? —pregunto frunciendo el ceño y sintiendo como mi corazón se acelera cada vez más con su cercanía.

Los siguientes segundos me parecen eternos. Sus ojos verdes se quedan mirándome y confundiéndome a la vez. Como dije antes, jamás había visto a Joe dudando o algo así, siempre demuestra lo que quiere demostrar. Es fijo. Ahora, no sé qué estoy viendo en sus ojos, no es duda, no es felicidad, ni mucho menos tristeza. No sé qué está expresando en este momento, pero es algo nuevo y tan desconcertante para mí.

—Hacer sentir orgulloso a Derek y también puedes desahogarte si es necesario. Estaré aquí para ti.

Sonrío un poco confusa. Puedo sentir algo nuevo en el ambiente. Joe y yo no solíamos hablar de mis sentimientos, solo eran algunas bromas y mi elección de no salir con ningún chico de mi edad. Sí, no hablábamos mucho en profundidad. Solo lo básico y necesario, porque para lo demás pagábamos a Lauren, por eso no puedo resistirme a decir:

—No es necesario que te involucres tanto. Yo... —me interrumpe.

—Sé hasta dónde debo llegar, pero siempre me gusta ir un poco más allá de la línea.

Me quedo viéndole con confusión. Ahora más que nunca, mis piernas tiemblan y mi corazón creo que puede escucharse hasta en China. La puerta se abre y entonces, Olivia aparece con la boca abierta porque estaba por decir algo, pero al vernos posiblemente demasiado cerca —estoy demasiado confundida y nerviosa para notar algo—, se queda en silencio.

—¿Derek ya se encargó? —le pregunta Joe, alejándose rápidamente y sin parecer nervioso, ni nada. Muy diferente a mí, que me quede en mi lugar como si fuera una estatua.

—Sí, él... me mandó a buscarte —responde Olivia recuperando la compostura, pero sin quitarme los ojos de encima.

—Bien.

Y así sin más, Joe nos deja a ambas en la habitación. Solas. Dándole la oportunidad perfecta a Olivia Hilder de hacerme mil preguntas sobre lo que acaba de suceder entre Joe y yo, aunque no sucedió nada, nuestra cercanía habría indicado que sí. Pero esas preguntas nunca llegaron.

—Olivia, lamento haberte tratado un poco mal —comienzo nuestra conversación yo. Ella, que estaba buscando algo en su celular, eleva sus ojos verdes oliva hacía mí— No sé qué pasó conmigo.

—No importa —dice sonriendo un poco extrañada— De todas formas, a mí sí me alegro saber que estuvieras aquí. Derek y Joe son un poco aburridos para hacer misiones.

Agradezco que no se haya tomado a mal mi actitud de adolescente odiosa. Me siento en la cama, también agradeciendo que haya olvidado —o ignorado— como me vio con Joe.

—¿Hace cuánto estás en esto? —pregunto bajando mi mano para tocar mi collar y luego recuerdo que aquel idiota lo rompió. Hago una mueca.

—Desde que me gradué —responde elevando sus cejas y frunzo las mías. Por lo que sabía, ella estaba estudiando en Francia— Supuestamente estoy estudiando economía y finanzas. Solo Dios sabe cuánto odio los números y la contabilidad.

—¿Y tú prometido? —pregunto fingiendo estar confundida y esperando que no sea Joe de quién hablaba aquella vez.

—Oh, él si existe —asiente sonriendo— Estoy segura de que te encantará conocerlo. Pronto iremos a la base y allí lo verás.