amor de niños ; todobaku

×Capítulo diecisiete×

Y así pasaron los siguientes años de su vida, en soledad...
En la escuela a veces intentaba acercarse a sus compañeros, aunque al ver que estos se apartaba de él con total descaro, se le iban todas las ya inexistentes ganas de hablarle a alguien.
Seguía enamorado de Katsuki, y había jurado seguirlo amando, o por lo menos encontrarlo, pero eso ya era demasiado soñar...

Entró a la U.A por recomendación, y recordaba los momentos en los que era pequeño y estaba con sus amigos, hablando de sus sueños, y todos tenían uno en común: Entrar a la U.A.

Sólo entró allí porque quería cumplir la promesa que había hecho con sus amigos, que estén todos juntos en ese lugar. Y pues bueno, tenía una pequeña esperanza de encontrarse a alguno de sus viejos y buenos amigos...

Esperanza que se desvaneció cuando entró a su salón de clase.
Había entrado con un gorro color gris y una bufanda muy grande que tapaba la mayoría de su cara, no quería que lo reconocieran como el adolescente que de niño mató a tres personas, o por lo menos no el primer día.

El profesor, quien se llamaba Aizawa Shota, pidió que se presentarán.

Y que suerte la suya, le pidió a él primero que se presentara. Se levantó y habló.

- Shoto...- Se sentó de vuelta, no iba a decir su apellido, lo descubrirían muy rápido.

- Nombre completo- Dijo Aizawa exigente.- Y quítate eso, no hace tanto calor-

Suspiró, se quitó su gorro y bufanda y volvió a hablar.

- Todoroki Shoto...- Se sentó otra vez y se mentalizo de que ya no tendría amigos, pero de repente unas voces resonaron por todo el salón.

- ¡¿T-TODOROKI-KUN?!- Midoriya, Kirishima, Ochako y Kaminari gritaron a la vez, sorprendiendo y alegrando a la vez a Todoroki.

Bakugou discretamente miró de reojo a Todoroki para comprobar que era él, seria su sueño hecho realidad. Había llorado por noches enteras para que vuelva, todo había sido una completa tortura ese tiempo sin él, seguía enamorado de él, ¿Era posible amar a una persona por tantos años a pesar de no verla en ese tiempo? No lo sabía, pero estaba seguro de que aun hacía que su corazón lata a mil por hora, y vaya que tenía razón.

Era la hora de llamar su atención, gritaria su nombre en tres, dos, uno... ¡YA!

- ¡Sho-chan!- Se volteó y corrió hacia el asiento de Todoroki a brazos abiertos. No le importó para nada que mucha gente lo estuviera mirando raro; pues la verdad era extraño que ese aparentemente rebelde sin causa y que insulta a todo el mundo, corra a abrazar a alguien, sí que lo era.

- ¿Katsuki?- Preguntó Todoroki, viendo como todos sus amigos salían saltando de su asiento para correr a abrazarlo, lo único que atinó a hacer es abrir los brazos y pararse para recibir a todos.

- ¡¡Te extrañamos!!- Gritaron todos, incluso Katsuki, llorando un mar de lágrimas, les había hecho mucha falta aquel bicolor. Era como el aderezo que le faltaba a su comida.

- Chicos...- Fue a abrazarlos, soltando una sonrisa y lágrimas. ¿Qué podía hacerlo más feliz que eso? Exacto, absolutamente nada...