15|Todo por los amigos y cine

56 5 2
                                    

Me despierto, pero no abro los ojos. Sigo en el suelo. Es bastante incómodo. Oigo cómo hablan encima de mí.

-¡Pero tienes que decírselo!- exclama alguien.

-No, no puedo- contesta otra persona-. Si se lo digo, me matará.

-Sinceramente, no sé por qué es tan malo que se lo digas- defiende una tercera persona.

-¿Tú sabes lo que me pasará si se lo digo?

Abro lentamente los ojos. Pestañeo repetidas veces para acostumbrarme a la luz. Voy a hablar pero alguien me interrumpe.

-¡AMIGA!- grita mi mejor amiga, haciendo que las otras personas que estaban discutiendo antes se callen.

-¡Yo!- digo intentando incorporarme. Desisto. Necesito descansar un poco más. Vuelvo a cerrar los ojos.

Cuando ve que estoy despierta, Iván me abraza bruscamente.

-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento- se disculpa repetidamente. Yo intento deshacerme de su abrazo, pero no lo consigo.

-Vale, Iván, fuera- me mira desconcertado-. Sabes que no me gustan nada los abrazos- explico.

Se aparta de mí y yo intento enderezarme. Me siento poco a poco. Cuando ya estoy sentada, me viene un ataque de tos. Toso mucho. Una vez que termino de toser, me pongo en pie. Saco mi móvil del bolsillo. Increíblemente no está roto. Solo tiene un rayón en el protector de pantalla. Lo desbloqueo, pongo la cámara y me miro la cara. Tengo el labio roto, la mejilla raspada y el ojo morado. Me levanto la camiseta para poder verme el costado. Genial, tengo un enorme cardenal en todo el torso.

-Lo siento mucho, de verdad- se sigue lamentando Iván-. Estás así por mi culpa- baja la cabeza, arrepentido.

Le miro a él. Tiene un morado en la mejilla y un poco de sangre en el labio. Y estoy segura de que tiene el mismo cardenal que yo en el costado, puede que un poco más pequeño

-Mira, me da igual- le pongo las manos en los hombros, haciendo que me mire-. Me he hecho heridas peores y me he dejado la cara más hecha mierda de como la tengo ahora- suelto una ligera risita mientras le sonrío de medio lado. Él cruza su mano para ponerla encima de la mía-. Lo único que me importa es que tú estés bien.

-Y lo estoy, gracias a ti.

-Pero no te preocupes por mí, se cuidarme sola- me estiro-. Por cierto, ¿cuánto tiempo he pasado desmayada?

-Pues, unos quince o veinte minutos- responde Xavier.

-Not bad- asiento-. Y, ¿de qué estabais hablando antes?

Mi hermano me mira confuso.

-Ah, sí. Decían que teníamos que informar a mamá de que te has metido en una pelea.

-Ni de maldita coña- contesto horrorizada.

-¿Tan malo sería?- cuestiona Xavier de forma burlona.

-Pues sí, me metería en un buen lío...

-¿Y no lo has hecho ya por meterte en una pelea?- añade Iván.

-Sí- admito-, pero es mejor si mi madre no se entera.

-Sin embargo, tendrás que verla tarde o temprano- dice Adrián, el cual no ha hablado desde que me he despertado.

-Puede, pero como mañana grabamos un vídeo contigo y en esos vídeo SIEMPRE acabo mal, tendré por lo menos una excusa.

-¿Y cómo planeas evitar a mamá hasta mañana?- mi hermano, como siempre, arruinando mis planes perfectos con la realidad.

Viviendo con 5 idiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora