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—Sé valiente y bondadosa —repitió Bera con una voz más suave, sonriendo sutilmente. Acunó la mejilla de Astlyr con cuidado—. Algún día lo entenderás.

Astlyr pensaba todos los días lo mucho que le hubiera gustado a su familia ver los amaneceres de Wakanda. Eran la parte favorita de su nuevo hogar, porque era eso lo que la despertaba con esperanzas de un nuevo día, lleno de posibles avances para Bucky.

Todos los días esperaba que la princesa Shuri la llamara con buenas noticias, pero la última noticia que recibió fue un mes después de la criogenización. Hoy se cumplían cuatro meses desde ese día. Tenía cinco meses en Wakanda.

Treinta días después de lo sucedido en Alemania, se cumplió otro aniversario de la muerte de Bera y Romee, y Astlyr lloró desconsolada, ignorando las llamadas de Clint y Natasha. Desde que los conocía, ellos la llamaban cada año para consolarla, pero esta vez no se los permitió y se aisló durante una semana, sin mover un músculo de su nueva cama.

Al terminar la semana, después de haber repetido en su cabeza los momentos más especiales y dolorosos que tuvo con su familia, recordando la última vez que habló con cada una de ellas... decidió crearse una rutina nueva, sin Bucky, sin su familia, sin los Barton, sin Natasha, sin los Vengadores. Con el tiempo, las cosas se fueron acomodando y logró adaptarse a su nueva vida.

Acariciando la piel dura y seca del rinoceronte, vestida como una wakandiana y con un manojo de plantas en su mano izquierda para alimentar a quien ella había nombrado Ukani (lo que en wakandiano significaba "memoria"), recordó la primera vez que vio a James Buchanan Barnes, "el Soldado del Invierno".

El joven rinoceronte se acercó a Astlyr y comió de su mano. Ella le sonrió débilmente, hasta que escuchó unas risas infantiles a sus espaldas, y reforzó el gesto. Al darse vuelta, encontró al mismo grupo de niños que siempre la seguían para escuchar sus historias y ver sus poderes en acción.

Luego de un rato de hacer otra demostración de sus habilidades inhumanas, Astlyr volvió a casa. T'Challa le había asignado una casa igual a todas las demás, aunque la suya estaba a pocos metros del río de la Tribu Fronteriza y tenía una gran vista.

Básicamente no tenía cosas personales, por lo que los muebles estaban casi vacíos. Tenía la fotografía de su familia, que Tony había recuperado para ella, guardada en el cajón de su mesa de noche. En el baño sólo tenía su cepillo de dientes y en el armario guardaba el obsequio de la princesa de Wakanda.

Hace cuatro meses, Shuri llegó fue a visitarla con la única noticia que había recibido respecto a los avances en Bucky y un maletín plateado. Al abrirlo, Astlyr se quedó sin palabras. Era una nueva versión de su látigo láser: hecho de vibranio, más ligero y delgado para mayor comodidad, con un botón para elegir la longitud y otro para la potencia.

Con esta nueva adquisición, entrenaba durante las tardes frente al río. Se levantaba temprano para calentar, correr y entrenar arduamente... como solía hacer cuando tenía a Bucky y vivían en Brooklyn y en Bucarest, como solía hacer cuando era una Vengadora y la entrenaba Natasha, como solía hacer cuando entrenaba a Sam, Rhodey, Pietro, Visión y Wanda después de lo ocurrido en Sokovia. Como solía hacer cuando era feliz.

Las únicas personas con las que mantenía el contacto era con la familia Barton, sin ser capaz de hablar con el resto del equipo porque no quería que la vieran triste. Temía que le preguntaran sobre Bucky o cómo se encontraba.

Ejercitarse la mantenía con la mente ocupada, jugar con los niños de la tribu la distraía y cuidar los rinocerontes de M'Bwana era útil para olvidarse de sus preocupaciones por un rato.

Sin embargo, ese día algo alteró su rutina. Su nuevo celular, que le había dado Steve para cualquier emergencia (ya que el anterior se lo había quedado el gobierno, junto con el resto de sus cosas), sonó desde el cajón de su cómoda, a un lado de la fotografía de Bera y Romee.

"Capi"

—¿Hola?

Astlyr —habló Steve con voz agitada—. Necesitamos tu ayuda.

 Necesitamos tu ayuda

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COPIER [BARNES] LEAGUE OF HEROINES ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora