𝑷𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 𝒇𝒆𝒐.

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𝕄𝕚𝕟𝕛𝕚𝕟. 🐥

Desde siempre Jimin había sido un niño gordito, de ojos pequeños como alcancías y mejillas suaves y rosadas

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Desde siempre Jimin había sido un niño gordito, de ojos pequeños como alcancías y mejillas suaves y rosadas. Esto, junto con su redondo cuerpo y baja estatura lo hacía blanco de los comentarios y burlas de sus demás compañeros de primaria. "Bola de arroz" fue el apodo que le quedó por el resto de su infancia.

Jimin era un niño muy sensible que sólo buscaba la contención de alguien, un amigo que no dejara que lo molestaran, un amigo que le diera el cariño y amabilidad que tanto necesitaba. Por eso, el día que Seokjin le ayudó a levantarse luego de que un par de niños lo empujaran y salieran corriendo, fue el día en que se enamoró de él. O bueno, fue el día en que Jimin tomó al pelinegro como un ejemplo a seguir, por decirlo que alguna manera.
Seokjin era todo lo contrario a Jimin. Era popular, apuesto, alto, delgado y encantador, con sus modales y notas impecables derretía el corazón de sus compañeros y profesoras. Todas las niñas estaban enamoradas de él y todos los niños querían ser como él. Jimin no podía creer que en una persona tan perfecta hubiera tenido un gesto de amabilidad con él, y menos aún se esperaba que Jin lo acompañara a la enfermería a curar sus rodillitas raspadas. Él pequeño simplemente había quedado encantado con el más alto.

Así pasó todo un año escolar, admirando a Jin desde la distancia por miedo a que rechazara su amistad, por miedo a que los demás digan cosas aún más feas sobre él y que la reputación perfecta del pelinegro se arruinara por su culpa. Con esos pensamientos en la mente, se conformaba a sí mismo con sólo apreciar la sonrisa y la risa de Seokjin cada vez que estaba con sus amigos, deseando estar ahí, o cuando exponía en frente de la clase y su habilidosa capacidad de hablar hacía que sus discursos siempre llevaran un 10 como nota... le bastaba incluso que pasara junto a su banco y dejara un rastro de su suave y dulce colonia.

Hubiera seguido así toda su vida, si no fuera porque su padre había conseguido un empleo en el extranjero teniendo que dejar su cómoda vida en Busan, lejos de su casa, de su escuela, pero más importante, a miles de kilómetros lejos de Jin.
Negarse a la mudanza era inútil, así que con su corazón de niño enamorado roto en pedazos, viajó a Canadá en vacaciones. Ni siquiera tuvo tiempo para despedirse de Seokjin, ni de declararle sus sentimientos, por más tonto que sonara eso.

La vida en Vancouver no fue fácil, sin Seokjin ir a la escuela ya no tenía sentido alguno, además de que era más duro pasar de ser percibido por los bullies en su nuevo colegio, ahí los niños no tenían piedad de él, y siempre tenía miedo de encontrarlos en alguna parte, por lo que huir y esconderse se había vuelto parte de su rutina.
Su padre se había percatado de eso, y ni lento ni perezoso inscribió al pobre Jimin de tan sólo 9 años en una academia de taekwondo.

Lo que empezó siendo una tortura para el gordito Jimin terminó siendo parte de su rutina, hasta que con el tiempo fue perdiendo peso y ganando confianza, hasta el punto de retar a uno de sus antiguos bullies a una pelea, Jimin ganando por supuesto.
Al principio estar sin Jin le quitaba razones para disfrutar la vida, pero luego su ausencia se volvió su motivación para seguir trabajando duro y, algún día, buscar a Jin y declarar todos sus sentimientos, siendo una persona totalmente nueva.

𝙖𝙡𝙡 𝙭 𝙟𝙞𝙣 𝙤𝙣𝙚𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 💞Where stories live. Discover now