➵B O K U N O H E R O A C A D E M I A
❝Donde personajes de Boku No Hero tienen pequeños momentos inventados contigo.❞
\\Donde la imaginación se hace realidad pero ellos no...//
－Escenarios.
－One Shots.
－Types.
－Zodiac.
D I S C L A I...
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ONE SHOT DOCE: protector.
Au: hybrid.
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－¿Estás segura de que es buena idea?－ te cuestiono tu amiga mientras caminaba a tu lado.
－Ya tuve suficiente. ¿Estás aquí para apoyarme o para cuestionarme todo lo que hago?－ le preguntaste con la paciencia ya acabada.
－¡Oye! Trato de apoyarte, pero la decisión que estas tomando es muy extremista...－ te replico dejando de caminar; a lo cuál repetiste su acción. －, estas siendo paranoica－
－¿Crees que no me pondré paranoica cuando el estúpido de mi ex esta rondando por mi departamento como si nada?－ le preguntaste con un hilo de voz.
－Tranquilízate. A penas puedes mantenerte tu sola que dudo demasiado que puedas mantener a un híbrido－ te replico mientras sacaba un cigarrillo de su bolsa al igual que un encendedor.
－¡Entonces lárgate, no te necesito a ti ni mucho menos a él!－ le gritaste en su cara, causando un salto de susto de la contraría.
－Loca...－ la chica a pasos torpes comenzó a caminar rápido. Alejandose de ti.
Cuando tu amiga estuvo en una buena distancia le volviste a gritar: －¡Qué te jodan, perra!－
. . .
－Solamente necesito un híbrido que no me cause tantas molestias, pero que aún así me sea leal y me proteja－ le explicaste a la encargada de la recepción.
－Hitoshi Shinso es la mejor opción－ alzaste una ceja dudosa.－Es un gran chico, algo reservado, pero fuerte. Si usted necesita protección, Hitoshi es la mejor opción, pero... ¿Podrá mantenerlo?－
La recepcionista miro tu aspecto de arriba para abajo. Tu aspecto no era el mejor, en pocas palabras dabas asco. La ropa que llevabas a penas podía cubrirte del frío. Y era obvio que morías de frío; un vestido rojo que te llegaba a la mitad de los muslos, unos zapatos de tacón de color negro y un abrigo que era robado del bar donde trabajabas.
－Solo tráigalo. Haré lo necesario por él. Por favor－ susurraste, nuevamente con la voz entre cortada.
La joven recepcionista solo asintió y te entregó los papeles sin articular ninguna palabra y de eso se fue. Comenzaste a firmar los papeles necesarios.
Solo bastaron diez minutos para que la chica volviera, pero esta vez acompañada por un pelimorado de mirada cansada, que estaba detrás de ella. El chico vestía ligeramente para el frío que estaba haciendo.
