❝𝖐𝖎𝖗𝖎𝖘𝖍𝖎𝖒𝖆, 𝖐𝖆𝖒𝖎𝖓𝖆𝖗𝖎❞

2.4K 144 37
                                    

╭───────╯ °✧° ╰───────╮

BOKU NO ESCENARIOS!

dos son mejor que uno

+18!!!

1826 palabras!!!

╰───────╮ °✧° ╭───────╯

                  𝓔l convento era el más seguro de todos, podías ir a rezar lo que tu quisieras y esperar a que tus plegarías fueran escuchadas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                  𝓔l convento era el más seguro de todos, podías ir a rezar lo que tu quisieras y esperar a que tus plegarías fueran escuchadas. Dios existía, y se podría representar en diversas formas, puede creer en él o no, pero la fe es algo que todos tenemos. Yo rezabas todos los días por salir del maldito internado de monjas, solos rezaba por eso. Odiaba ese lugar, odiaba a mis padres por haberme metido a aquel espantoso lugar, odiaba a las monjas, odiaba a los sacerdotes, odiaba todo lo que estaba allí. Pero no odiaba a Dios, de hecho me parecía buena persona, sí creía en él, sabía que Dios le daría lo mejor una vez cumpliera mi lapso de tiempo. Pero yo,  Mokkani Tengen no creía en la maldita iglesia.

Las malditas monjas se habían encargado de joderme la vida, y los sacerdotes solo se encargaban de ser mormosos y acosar niñas muchísimo más jóvenes que ellos.
Me asqueaba de sobre manera. 

Siempre fui la guardiana de todas las niñas menores que eran metidas a ese puto internado. Me encargabas de recibir los castigos por ellas y, si es posible, protegerlas de todo mal.

―Y por favor Dios, que la madre Izumi se tropiece y se parta el cuello. Amén. ―termine de rezar y soltaste un suspiro.

―Nee, Mokka-chan, ¿quieres fumar un poco en el baño? ―cuestiono aquella sangrienta chica, Himiko Toga.

―Nee, Mokka-san, ¿no me ibas a leer un cuento? ―hablo la dulce voz de Eri.

―Oh, espera un poco Eri, ¿acaso quieres verme fumar? ¿quieres un poco? ―le sugerí, la niña ya tenía doce años, aunque eso no justificaba de que estaba bien darle de fumar, pero es una experiencia.

―Quiero un poco, pero solo poquis. ―hizo un ademan con sus manos, Toga y yo salimos corriendo con Eri en brazos.

Una vez llegamos a lo que eran los baños, Toga saco el cigarrillo, mientras que yo saque el encendedor.

―L-La madre Izumi se enojara si las ve fumando. . .

―Que me chupe el pene esa maldita anciana. ―Toga rio con fuerza al escucharme decir eso.

―Vamos Eri, yo se que quieres probar. ―instigo la rubia,

―Dale, Eri. Sabe bien. . .

Le tendí el cigarrillo y ella lo agarro torpemente, le dio la primera calada y pudo sentir como su garganta y boca se quemaba levemente, no aguanto tanto el humo así que tosió de más.

-✯❝Boku No Escenarios≣Pedidos Cerrados❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora