Las Vegas [Secuela #Mpdi]

Capítulo 20 (final)

NOTA IMPORTANTE AL FINAL, LEER PLS.

Hace aproximadamente cinco  años conocí a Andrew, en una sala de clases. En esos momentos las esperanzas de ser feliz se iban desvaneciendo día a día y es que, a pesar de haber tenido apoyo, hay veces en que no basta solo con eso. Todos los fines de semana o las veces en las que mi ex padrastro estaba borracho en casa o de mal humor tenía que aguantarme sus golpes, no podía enfrentarlo, era demasiado débil para hacerlo yo sola. ¿Cuantas veces mi mejor amiga me dijo que tenía que contarle a mi madre? Millones de veces, pero nunca quise hacerlo, por temor. El temor de destruir la felicidad de mí madre estando al lado de ese señor, y yo quería lo mejor para ella, porque ella también es lo más importante en mi vida. 

Para tener una vida feliz no basta solo con tener millones de dólares, una casa gigante o millones de diamantes, Para tener una vida feliz uno tiene que ser optimista, hay que enfrentar los problemas que la vida te pone en tu camino día a día y no simplemente ocultarlos y pretender que todo está bien, porque eso yo hacía, ocultaba la vida infeliz que tenía y aparentaba que todo estaba bien.

Para ser feliz yo tenía que cortar el problema y para eso debía hacerlo de la raíz. Y finalmente lo hice pero sin la ayuda de Andrew no hubiera sido posible  y hubiera seguido en ese inmenso agujero que día a día me consumía, por eso y mucho más, le doy las gracias a Andrew, porque se convirtió en alguien importante en mi vida. Y claro que también sin mis amigos no hubiera sido posible porque ellos también me ayudaban a no decaer, a pesar de que no sabían lo que me sucedía.

— ¡Andrew! —Grité para que viniera a la habitación. —Quiero un pastel de chocolate y una casata de chocolate, ahora.

 Andrew suspiró. —Tú  y tus antojos. Ahora vengo.

Le sonreí inocente. — ¡y una barra de chocolate blanco! —volví a gritar cuando él iba saliendo por la puerta de la habitación.

Finalmente nos quedamos en Las Vegas. Ambos lo hablamos y decidimos que era mejor estar aquí, ya que, no quería estar lejos de mi familia y Andrew tampoco quería que yo me separara de ellos.

 Han pasado años y en en esos años hemos hecho nuestras vidas como se debe. Mi carrera la terminé el semestre pasado, Andrew  trabaja. Yo, en estos momentos no puedo trabajar debido a que estoy embarazada, tengo siete meses y soy la persona más feliz del mundo.

El nombre de nuestro hijo será Ryan Scott Kipling Cupper, que hermoso nombre ¿no?

 Nos costó mucho decidirnos pero al final optamos por esos dos nombres.

Andrew a pesar de que trabaja me cuida mucho, siempre me trae cosas deliciosas por mis antojos. Es muy atento y encantador, sé que debe estar estresado ya que del trabajo llega muy cansado y después, algunas veces en las noches me dan contracciones, entonces él debe llevarme al hospital para ver sí todo está bien.

Escuché la puerta de entrada abrirse y luego pasos, escuché una risa de un niño pequeño  y mire mi vientre, era imposible que mi bebe se estuviera riendo ¿o sí? me toqué el estómago y reí, pienso demasiadas estupideces. 

La puerta de mi habitación se abrió y por ella entró Claire con su bebe cargado en sus brazos, luego entro Max.