Mi chico favorito

Capitulo 7

-¿Qué te apetece hacer después de comernos estas enormes manzanas?-preguntó señalando mi manzana,que con sólo mirarla se me hacía la boca agua,¡hay dios!¡no quiero tener caries,por culpa de esta dichosa manzana que con sólo darle un mordisquito pequeñito,te hace gemir del gusto!.-deja de lambiar el caramelo de la manzana,que sabes que luego no podré reaccionar y puedo atacar esos maravillosos labios,tan apetitosos como siempre..-me decía pasando su lengua alrededor de sus labios,imaginandose seguramente el tacto de los míos sobre los suyos,con sabor a caramelo.

-Valeeee-respondí indignada-me doy la vuelta y lo hago,ya que delante tuya es inevitable hacerlo...-bromeé,me miró,apareció esa bella sonrisa que tanto me gustaba ver yhizo un gesto negativo con la cabeza,le enseñé la lengua-te lo crees,te haré sufrir-dije con una sonrisa de oreja a oreja,disfrutando esta tortura que le estaba brindando.Terminamos de comernos las dichosas manzans después de 20 largos minutos..

-¿Quieres un peluche?-me preguntó fantasioso,con un brillo en los ojos,mirando hacía la caseta que tanta risa me daba.

-No lo conseguirás,es muy díficil acertar en la diana-dije retandolo,me miró incrédulo y me tiró de la mano,en dirección a la caseta.

-Dos dardos-le ordena al dependiente,éste asiente con la cabeza.

-¿Te crees que con sólo dos fichas conseguirás un peluche?¡¡Estás muy loco!!-dije casi gritando.El dependiente estalló en carcajadas,dándome la razón.

-¿No confías en mí?-me pregunta con cara de niño pequeño,eso a mi no me sirve.Le enseñé la lengua y le ordené al dependiente otros dos dardos,Eloy abre los ojos de par en par-¿no puedo jugar o qué?-él asiente picado.

-¡Atenta!-llama mi atención,él-verás como a la primera doy en el pleno y callo esa boquita tan linda con un beso de victoria-fruncí el seño y acepté la propuesta.-¿preparada?-asentí.Se pone en posición,se concentra en el centro de la diana,tira y .......¡¡falló!!.Mis carcajadas creo que se escucharon por todo el parque.

-¿Qué decías?-le pregunté yo.

-Nada,nada que a la segunda va la vencida-respondió picado.

-Ahora te esperas,me toca a mí,¿dices que le doy en el pleno o no?-le pregunto.

-Claro que no acertarás,si yo no pude,tu tampoco,estoy segurisimo,si aciertas,hago lo que tu quieras¿aceptas?-me pregunta,asiento con la cabeza con una sonrisa burlona en el rostro.Cojo el dardo,me pongo en la posición más comoda que encuentro,pongo los ojos entrecerrados apuntando en el centro de la diana,tiro y ... ¡¡¡¡¡¡¡PLEEENOO!!!!!!

-¿Que decias,mi vida?-le pregunto dichosa de mi talento oculto.Casi le llega la mandíbula al suelo,literalmente.

-¿De qué color quieres el osito?-me preguntó,dudé varios minutos,por cual coger,tenía ganas de coger a todos y achucharlos-tienes para elegir entre azules,rosas,marrones y blancos...-el ayudante muy simpático me dió a elegir.Yo sastisfecha le respondí que quería el oso marrón que tenía un precioso lazo rojo.El aceptó gustoso.

-¿Vas a tirar o te rindes?-le pregunto con una sonrisa de oreja a oreja.Me mira con los ojos atravesados y tira inconscientemente.La sorpresa de nosotros nos la llevamos cuando suena el pitido,que anuncia que dieron en el puntito negro del centro.-¿contento?-le pregunto.Él asiente sastisfecho casi saltando de la alegría,parece un niño pequeño,la edad que tiene y se comporta así...

-Quiero el oso rosa-le dice al dependiente,se lo da y me da la mano.-¿te preguntaras para qué quiero este oso ,encima rosa no?-me pregunta,yo asiento-pues no pienses que es para tí,porque me humillastes delante del chico de la caseta esa y tú-me señala- ya tienes uno,más bonito que éste-señala el oso rosa-es para Gabriel-me dice,abro los ojos incrédula,para qué quiere Eloy darle un dichoso oso "ROSA" encima "ROSA" a su hermano de diecisiete años,es algo irreal-odia los peluches y el color rosa,así que estoy pensando en dejarselo en la cama,para cuando vaya a acostarse..¡¡lo encuentre!!-estalló en carcajadas,seguro se lo estaba imaginando y algo no muy bueno debe ser..-gritará y mi madre le maltratará con una de sus dosis de pellizcones y sacudidas con el paño de cocina-me contó entre esas mismas carcajadas.