Nostalgia

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Recuerdo aun aquel sol de las 4 de la tarde en pleno bus, era como si se despidiese de mí, algo dentro de mi parecía quizás haber crecido irreparablemente, algo llamado nostalgia.

Todos los días pasar por la calle y ver aquella esquina a la cual iba a jugar partidas como todo típico niño que no tiene computadora con internet en casa, a veces solía ser media hora o a veces una hora, incluso me atrevo a decir que podrían ser 2 pero nunca 4, claro que 4 ya es un abuso, si bien parecía muy vicioso a corta edad, también me acoplaba muy bien a las cosas tecnológicas. Así fue como a veces sabia más sobre cómo usar programas, debido a mi afán de querer saber que más me brindaba mi computadora, empecé a incursionar en el arte de la edición, aunque no era bueno aprendí muchas cosas que años más tarde termine por consolidar y darle más atractivo.

Pero no solo era un chico que era vicioso, no nada que ver, siempre buscando cosas nuevas, incluso antes de la computadora era un lector muy apegado, trataba de leer rápido los libros hasta que un libro de historia universal me pego mucho, claro cómo olvidar la cultura egipcia e de ahí donde nace el afán de ser arqueólogo sueño que quizás murió con un solo comentario a través de los años.

Era quizás un niño alegre que, aunque era algo callado, cuando ganaba confianza soltaba bromas, sé que a veces no daba risa, pero yo si me mataba de la risa quizás es algo que a pesar de los años no he perdido ni un poco.

Recordar la primaria es bonito, quizás el ver a papá algunos días por la mañana comprándome lonchera era algo que me gustaba, por eso quizás se ganó mi confianza con sus bromas, su toque peculiar de ser conmigo. Aunque mi primaria no se resume a solo verlo por las mañanas, se resume en un gran montón de parodias y aventuras como la vez que, con mis amigos; como en todo grupo siempre el atlético y bueno en los deportes que definitivamente no era yo porque yo si soy un cero a la izquierda en el futbol, el gordito que era el que más me agradaba y el que siempre terminaba recibiendo el fastidio del atlético, el chico estudioso que vivía a la espalda de mi casa es más me entere que éramos familia lejana de parte de mi abuelo y por ultimo pero no menos importante el chico que creía tener dinero pero que no tenia o al menos así me dijeron una vez pero yo ni caso a ello. Recuerdo aquella ocasión que estando en tercer año nos subimos al carro malogrado que tenía el director en el colegio si bien no importaba en que asiento iríamos el que ocupaba el asiento de conductor era el atleta a nadie le importaba ese lugar creo, pero se veía bien todo a través de aquella luna llena de polvo y hojas, quizás hubiéramos gritado aparte de hablar, pero sonó la sirena y el profesor era estricto así que salimos embalados.

Bua.... recuerdos del ayer que surgen al pasar por aquel colegio de primaria que me albergaba cada mañana hasta las 13 horas pero que ahora ya remodelaron quizás para bien, pero con cada ladrillo que se llevaron, se llevaron un poco de mis recuerdos, aunque no me quejo ahora luce muy hermoso y espero que más personas creen nuevos recuerdos mejores que los míos, pero nunca olvidare cuanto me gusto vivir esa etapa.

Aunque andar por la calle siempre es reconfortante suele suceder que a veces solo a veces me encuentro por la calle a viejos amigos de la secundaria y la mayoría de veces siempre me recuerdan cuantas veces he perdido un amigo por cosas del corazón, aunque ellos solo sepan de dos yo no les digo que perdí a tres personas así.

Es mejor a veces dejar las cosas como están al final no quiero saber más de ellos, aunque si recuerdo cuando estaba entrando a quinto año de secundaria un compañero que antes lo considere mi amigo, me hizo una pregunta que es de por demás, recuerdo que fue los primeros días de clase, el sol salía todas las mañanas y casi siempre me sentaba a su costado, sentir a veces la presión de cómo hay personas que te dicen que él te la quito, una vez me pregunto en que colegio estudiaba, y yo la verdad ya no quería hablarle y solo atine a decirle que por la avenida Tupac amaru, desde aquel momento deje de aferrarme a aquel asiento en el que quizás escuchaba las mismas bromas todos los días para aferrarme a un dúo que una vez llegamos a llevarnos bien quizás con el tiempo se olviden de lo que paso y de porque también me aleje de ellos, para quizás ya no recordar lo que paso en aquellos días.

AbzuWhere stories live. Discover now