CAPÍTULO 3: Vuelvo a verte

Start from the beginning
                                    

Y antes de decir nada más se había acercado a ella y le estaba dando un abrazo. Miriam correspondió encantada y le dio un beso en la mejilla al separarse, sorprendiéndolo.

-Muchas gracias. -Sonrió ampliamente.

-Oye, te apetece...

-¡Miriam!- una acalorada Aitana llegó hasta Miriam.-Te estamos esperando desde hace un rato para...¡ay Pablo, perdonar!

Y como un huracán se acercó a Pablo le dio dos besos y volvió a ponerse al lado de Miriam.

-Muchas felicidades Aitana. Tienes una voz increíble.

-Gracias y de verdad que lo siento mucho, pero estamos esperando a Miriam desde hace un rato para una foto. -dijo mientras cogía a su amiga del brazo. -Ahora enseguida te la devuelvo. -dijo a modo de disculpa y tiró de Miriam volviendo por donde había venido dejando a un Pablo riendo.

-Oye Miriam ¿Te gusta Pablo? -preguntó con una inocencia fingida.

-Aitana ¡no seas infantil! -bromeó- ¿A quién no le gusta Pablo López?

-Vale ¿Te pone Pablo entonces? ¿Te lo tirarías?

-¡Ala!, Aitana ¡tengo novio! -la regañó.

Pero no dio el efecto que esperaba porque ambas empezaron a reír.

-Una cosa no quita la otra ¿tú crees que se pueden tener sentimientos por dos personas a la vez?

Miriam, se acordó de aquella conversación que tuvieron al poco de entrar en la academia y sobre las relaciones abiertas. E iba a contestar que ella no creía ser capaz de poder hacerlo cuando cayó en que Aitana no preguntaba eso de forma banal, sabía los líos que Aitana se traía en su cabeza con su actual novio y su compañero de OT.

Ambas se abrazaron fuertemente y se fueron hasta donde estaban el resto de las chicas.

---------------------------------------------------------------

Pablo charlaba con Manu alegremente en una esquina de la barra, él había sido quien lo había invitado a esa fiesta. Esa misma mañana, Pablo estaba en Barcelona para cerrar unas cosas antes de empezar cinco días después su gira del nuevo disco, empezando por Roquetas del Mar y aprovechando que estaba allí había pasado por el estudio para saludarlo.

-Pues yo creo que me tomo la última y me voy a ir a mi casa o Marta me matará si le despierto a los niños al llegar.

- ¿Cómo están los peques?

-Genial, guapísimos los dos y ahora por fin voy a tener más tiempo para ellos y Marta. -dijo alzando la copa y ambos chocaron por ello. -Entonces estás nervioso con la nueva gira. ¿Has podido cerrar lo que faltaba hoy?

-Si, nos falta unos pocos ensayos más, pero en general todo está listo ya. No veo la hora de subirme de nuevo a los escenarios.

Volvieron a brindar ahora por Pablo y su nueva gira.

-Y que te han parecido mis chicos nuevos, ¿les ves futuro en este mundillo?

-Me lo preguntas a mí, que algunos predijeron que nunca llegaría a ser más que un pianista de crucero o cantante de hotel.

Ambos rieron, la verdad es que esas palabras de Risto le habían calado hondo a ambos, aunque no lo hubieran reconocido abiertamente, pero con el tiempo, según dicen, ponía a cada uno en su lugar y ahora él rezaba a todos los astros para nunca dejar el lugar donde estaba en la actualidad.

-Vamos tío, sabes que has callado a más de uno con tus canciones. Eres uno de los artistas actuales del panorama musical con más proyección y futuro.

-¡Ay Manu! Me vas a poner rojo. -bromeó.

Manu le dio una palmada en el hombro haciéndole derramar un poco de su copa.

-No seas payaso, sabes que lo digo siempre.

-Gracias maestro. -dijo mientras se daban un fuerte apretón de manos. -Eres una gran inspiración para mi Manu.

Se miraron con admiración y siguieron hablando de música y Barcelona.

-¡Voy a enseñar las tetas!

El grito de una Amaia con muchas copas de más cortó su conversación. Esta corría por el salón seguida por varios de sus compañeros, entre ellos Alfred que no sabía qué hacer.

La música estaba muy alta, pero al pararse enfrente de ellos pudieron escuchar o intentar escuchar la conversación. Manu estaba flipando y Pablo no podía parar de reír.

Alfred delante de ella con una sonrisa, trataba de explicarle que no podía hacer eso estando borracha, Amaia le contradecía y él le decía que si quería lo podía hacer cuando no estuviera borracha. Al final Amaia cedió y agarrando a Alfred de los hombros, le dio un beso torpe en los labios mientras Roi, Ana, Jadel, Agoney y Nerea reían.

- ¡Qué mujer! Va a dar guerra en el panorama musical y a nivel social también. -le dijo Pablo a un Manu más relajado que se limitó a asentir con la cabeza.

-La verdad es que la sociedad necesita más mujeres como ella. Y hablando de mujeres fuertes...

Pablo miró en la dirección de Manu y vio aparecer entre la gente a Miriam de la mano de su novio, se estaba acercando a ver que pasaba con sus compañeros.

-Todas ellas van a dar mucha guerra.

Pero Pablo ya no seguía la conversación, estaba mirando a Miriam que se había acercado a Alfred a preguntar cómo estaban, con su novio pisándole los talones, este lo miró y Pablo tuvo que desviar su mirada de ellos, de nuevo a Manu.

-Bueno como veo que está todo controlado, creo que ya es hora de que me vaya a casa. -rio el catalán mientras cogía su chaqueta.

-Espera Manu. Yo también creo que me voy ya, no quiero levantarme muy tarde antes de coger de nuevo el tren a Madrid, tengo mucho que organizar en mi casa antes de empezar la gira.

Ambos se acercaron al grupo de triunfitos enfrente de ellos.

-Chicos nos vemos mañana. -Manu abrazó a todos los que pudo. -Amaia espero que mañana estés en forma para todas las entrevistas que tienes. -Regañó cariñoso abrazando a la campeona.

-Chicos un placer, enhorabuena a todos y espero veros pronto en alguna gala o en mi casa, la cual tenéis las puertas abiertas todos vosotros. -añadió Pablo mirando al grupo en general y posando los ojos por último en Miriam, quien le sonrió ampliamente en respuesta.

-Mucha suerte con la gira. -dijo Miriam antes de que estos se marcharan.

-Gracias y espero verte en A Coruña cuando vaya...bueno, a todos cuando vaya a vuestras ciudades. -dijo nervioso mirando también al resto.

Manu que había presenciado el intercambio sonrió ampliamente y pasándole el brazo a Pablo por los hombros lo guió hasta la salida.

En la salida iba a preguntarle a Pablo algo cuando este hizo una señal a un taxi que pasaba por allí.

-¿Te dejo en tu casa?-preguntó mientras abría la puerta trasera.

-¿Te vas a alojar en el hotel que me dijiste esta mañana?

-Si

-Entonces olvídalo, daremos mucha vuelta, yo me voy para la otra dirección, pero gracias y espero verte pronto.

Se dieron un fuerte abrazo y ambos siguieron su camino. Pablo se subió al taxi para ir al hotel y Manu llamó a otro para irse a su casa.


Esto va sin prisa pero sin pausa, ya sabéis que las cosas se hacen a fuego lento y si lo que les une es una amistad, voy a empezar por ahí hasta que se torne en otra cosa ;) Gracias por las lecturas y me encantará conocer vuestras opiniones. 


Ellos y un piano: PabliriamWhere stories live. Discover now