Realmente espero que les gusta, estoy escribiendo esta novela porque es la historia de un alumno mío, si existe, sólo que la adapté con los nombres de los personajes, si la leen y les gusta por favor pongan corazoncito, para ver si la continúo o si la dejo.
Cuenta Lali:
De aquel día pasó un mes, con Perer hemos hablado bastante e incluso nos juntamos muchas veces, había generado un lazo con mi pequeñito y eso me llamaba bastante la atención, no se a lo que llegaremos con esta relación tan cercana que estamos teniendo, pero me gusta estar cerquita de él, me siento a salvo y protegida. Me pedía de juntarnos para ver a Luqui y hoy era como un día de aquellos, nos juntaríamos en mi casa, hacía un poco de frío y no queria que cogiera aire fresco, me han dicho mucho que los niños con síndrome de down suelen tener defensas más bajas que los niños neurológicamente típicos, por lo que tan chicos es mejor no exponerlos mucho al frío. Durante la mañana estuve ordenando un poco, aproveché que Luqui durmió una siesta luego de su toma de teta, acomodé más que nada el living, ya que planeaba que ahí estemos con Peter y la cocina, que realmente estaba hecha un desastre, porque hace ya unos días que no me daban los tiempos para ordenar y limpiar, con un bebé tan chiquito, que lo llevaba a sus terapias y que requiere de tiempo para hacer ejercicios en casa y darle la teta y a su vez hacerle mimos y jugar con él, obviamente no me alcanzaban los días para dedicarme a la casa. Ya más cerca de la tarde preparé una merienda para que nos sintiéramos más cómodos, y cuando llegó estuvimos viendo una peli los tres juntos, obviamente él con mi pequeño Lucas en sus brazos, le gustaba tenerlo sobre su pequeño, y al parecer a mi bebito no le molestaba, por lo que lo dejaba así sin problema. Luego de la peli nos pusimos a conversar, sentía que me comprendía, que entendía perfectamente que no debía ver en primer lugar el síndrome, me daba mucho confort eso. Tomamos la merienda, él su té con galletitas y yo mi amado mate, pero este no era el típico mate, ya que por estar amamantando, no podía tomar mucho mate normal, lo que me llevaba a tomar un mate especial, sin algunos componentes, me lo había conseguido mi vieja en una tienda de embarazadas y orgánica. Conversamos de varias cosas, en específico hablamos de mi embarazo, Peter no podía creer que no me enteré en ninguna ecografía que mi pequeño venía con el síndrome, se preocupaba y me daba muchísima ternura. Él mientras le hacía mimitos a Luqui, se reían juntos y sonreía mucho Lucas, se notaba que ya se sentía muy cómodo con Peter, no lo desconocía, lo cual era un gran paso, ya que en este mes, Luqui se puso a desconocer a todas las personas, lloraba cuando veía a alguien nuevo y si lo tomaban a upa, peor aún.
-Es re tranqui -me dijo sonriendo-
-Si, me gané la lotería con Luqui, es tan calmadito, hermoso, y se esfuerza tanto
-Va a terapias? -me preguntó algo incómodo, quizás no quería preguntar eso-
-Si, va los lunes miércoles y viernes a Kine y con terapeuta ocupacional va los martes y jueves, es como un mundo nuevo, descubrí oficios que jamás había escuchado
-Sos una madraza -Lucas su pequeña mano sobre la cara de Peter, quien aún lo tenía a upa-
-Intento hacer lo mejor por él, la gente cree que estos chicos no tienen futuro, y yo pretendo hacer dar cuenta que no es tan así, me explicaron que pueden hacer lo que ellos quieran, si reciben los apoyos necesarios obvio, y eso senlos debo dar yo, si tiene sueños, quiero que nada le impida cumplirlos -vi que Peter sonrió- que? No me crees?
-Obvio que creo que él va a hacer todo, vos misma en la casa de la China me contaste que ha derribado ya varios mitos -dijo jugando ahora con las manos de pequeño haciendolo reir-
-Y por qué sonríes cuando hablo?
-Porque pienso en que debería haber sido yo el padre de Lucas, me arrepiento de haber cortado con vos, porque quiero formar una familia y no me la imagino sin vos -me lo dijo y sentí como si fuera un baldaso de agua fría-
-El destino no quizo que estemos más juntos, además si hubieras sido vos el padre de Lucas, quizás no hubiera nacido él, y hubiese nacido otro bebé, y jamás lo cambiaría a mi chiquito hermoso -Lucas me miró sonrió y me estiró sus bracitos a lo que yo respondí tomandolo a upa-
-Lali, el destino ahora nos da una nueva oportunidad, no te das cuenta que estamos de nuevo juntos, podemos volver, ser una familia, yo cuidaría de Lucas y de vos, no quiero que nadie los lastime y quiero ver como él va creciendo y cumpliendo sus logros
-Peter me lo tiras como si estuviesemos hablando de comprar ropa, no es así de fácil, vos entendes que tengo un bebé de un mes, mi vida cambió rotundamente, mi mundo gira en torno a él y no puedo permitirme estar noviando si no es algo serio, además, estamos acá como amigos, me pediste de ver a Lucas
-Si, te pedí de ver a Lucas porque no me aguantaba más necesitaba verte, sentir tu olor, Lali, dale, por último vamos viendo que onda, pero me volves loco como la primera vez que te vi y eramos unos pendejos -se acercó a mi y eso ya era un peligro, porque yo me derretía por Peter-
-Exacto, eramos unos pendejos, ahora yo por lo menos no puedo serlo, tengo un hijo Pitt
-Lo sé y quiero ser su papá, o por lo menos intentar serlo, Lali, quiero formar una familia y con vos sería perfecto tener una -lo miré, sabía perfectamente que yo también pensaba lo mismo- Bueno, con vos y con Lucas claro
-Vamos viendo -suspiré- no quiero que mi pequeñito sufra
-Y de que podría sufrir?
-Pues si nos separamos o nos alejamos nuevamente, el que va a sufrir es él porque se va a encariñar seguramente con vos
-No nos podríamos separar nuevamente -Acercó sus labios a los míos y pude sentirlos posarse sobre ellos con suavidad, me daban ganar de chaparlo, comerle la boca a lo loco, quería probarlos de nuevo y ver si habían cambiado, tomé yo la decisión y empezé a besarlo lentamente movía mis labios, él me abrazó rodeando a Luqui y a mi, y sin más comenzó a jugar con su lengua y la mía-
-Bueno con Luqui -dije cuando nos separamos para respirar- debemos irnos a dormir la siesta, así que no es de mala, pero te debo echar -reí-
-Que mala que sos, cómo me vas a dejar así, vengo todo tierno y decidido y me cambias por una siestita?
-Son hábitos que tengo con mi bebito, no puedo cambiarlo porque cuando sea grande ya no va a querer dormir conmigo
-Bueno, pero podemos dormir todos juntos -lo quedé mirando-
-No Peter, no quiero ir tan rápido, vamos de a poco -dejé un beso en su mejilla- te quiero y no te enojes
-Imposible enojarme después de este momento -sonrió, dejó un beso en la cabecita de Lucas y otro en mi frente- Nos vemos mañana?
-Mañana es lunes, tenemos terapia, pero puede ser a la noche, si queres podes venir a comer -le dije sonriendo y él se fue. Sonreí como una estúpida lo que quedaba de la tarde, nos dormimos una mega siesta con Lucas- Bueno mi amorcito, despertamos asístete debemos jugar un ratito para cansarnos -Lo alcé y lo llevé a la habitación donde tenía un pequeño sector de juegos para él, tenía colchoneta, un espejo y sus juguetes, estuve haciéndole cosquillas con diversas texturas en sus pies y sus manitas, eso le ayudaba con la sensibilidad, al ser hipotónico, sus músculos mucho no sienten, por lo que jugar con ellos era importante- Luqui, mamá va a buscar algo para comer y vuelve si? -Me fui a la cocina y lo dejé con un mordedor entres sus manos para que se distraiga y no llore al no escucharme, cuando volví me di cuenta que mi pequeñito había derribado otro mito, causando varias lágrimas en mí de la emoción. Encontré a Lucas de pancita, es decir, boca abajo, lo que en terapias me comentaron que tardaría ya varios meses, él lo hizo con cinco meses y un par de días, no podía creerlo, le saqué una foto obviamente y lo alcé lo felicité y él sonreía como un victorioso, y yo como una mamá muy orgullosa no dejaba de sonreír, definitivamente era la mejor sorpresa, claro aún no sostenía su cuelo ni su cabeza, pero que se de la vuelta ya es un gran paso-
Recuerdan que dormimos bastante en lo que quedaba de la tarde, bueno, pues eso trajo como consecuencia que a la noche Lucas no quizo dormir nada, subí historias de él riendo en instagram, y jugué con él un ratito, hicimos sus ejercicios y cuando le puse su pijama, siendo las dos y media de la mañana, se volvió a dormir, por lo que yo también me puse mi pijama y me dormí, me acosté feliz pensando en lo que había logrado mi bebito hoy, ya estaba derribando varios mitos respecto a los comentarios de las demás personas, demostrando que cada niño es distinto, sin importar sus características.
