Paradox in the dark

Poema de una Dama

El pequeño seguía viendo esa discusión, a escondidas sus padres no se percataban de que el se encontraba ahí.

-Si se lo que se debe de hacer...- Lo decía Lina llorando.

Robert parecía no importarle, en su mirada se veía que estaba decidido.

-No llores, me tengo que ir, ¿entendido?-

Lina volvió solo asentar.

Al ver eso Luis decidió regresar a su cuarto.
Lina se quedo ahí llorando, pensando en que demonios debería hacer, <<todo es para bien>> pensó, suspiro y en el librero saco un cuaderno de color rojo terciopelo, se fue a la mesa del comedor, y decidió escribir en el, al parecer era un pequeño escrito, un poema, al ver lo que había realizado se secó las lágrimas y subió a ver a Luis.
Este estaba en su recamara...
Luis se hacia el dormido, escuchó como la puerta de su cuarto rechinaba, su corazón empezó a acelerarse, estaba pensando en un mil cosas, ¿que es lo que había pasado?, su madre solo se acerco para besarlo y le dijo.
-siempre la luz guiara el camino para el bien, nunca lo olvides.-
Al tener ese flash back de su pasado, Luis volvió a leer aquel párrafo.

Cielos que son oscuros, pero que brillan, destellantes en el ocaso el sueño de los amores se pierden, deseos que son recurrentes, pero que se han perdido en nuestras memorias, como la luna roja se ha iniciado un nuevo amanecer y la luz se hace presente, y la luz se volvió a encontrar, como una manera de sellar la promesa."

Luis solo callo y se dirigió a con Erie.

-Demonios Erie, a que hora llegas, ya me estaban doliendo mis hermosos pies por estar esperando, maldita desconsiderada.-

-Perdone me la verdad no sabia que usted,(observa el lugar por un momento), viviera en un lugar como este, y mas siendo dueño del restaurante.-
-Todos dicen lo mismo, siempre juzgan de afuera, por eso a veces no me gusta convivir con las personas, siempre son lo mismo, uno que es amable...-
Erie lo ve con ironía...
-y siempre le terminan por molestar o criticar lo que no deben...-
Erie trata de cambiar la conversación.
-¿Y Taco?-
-Pues ha de estar durmiendo en su pequeña casa que le construí.-
-Oh, bueno...- Theo la interrumpe.
-Bueno mucho bla bla, y nada de acción, pasale a mi humilde hogar.- Por fuera se veía una casa de un solo piso, con unas ventanas sucias y una puerta de madera...
Al entrar Erie sintió como un aroma a limpio le llego a su nariz, y al mirar bien, vio que la casa de Theo, era un lugar muy limpio y amplio, al igual que ordenado, no podía creer lo que estaba viendo y pensó << tiene razón señor Theo la gente juzga antes de conocer>>.
-¿Es así su hogar?-
-Si, nada mas que le doy un efecto para que nadie vea lo increíble que esta, hay que saber utilizar las porquerías que inventan los jóvenes, pasa por aquí.-
Theo la lleva a un cuarto donde había muchos libros, unos sillones y una mesita pequeña en donde se podria poner los libros, al igual que musica del tiempo romántico, era un lugar agradable, el le baja el volumen a la musica y le dice serio a Erie.
-Sabes, Robert era una persona muy pero muy misteriosa, yo cuando lo conocí, era un gran fanático de los misterios de la vida, por ejemplo, ¿si existen los alienígenas?, ¿se podrá viajar en el tiempo?, ¿habrá mas dimensiones?, cosas así...-
-Oh entiendo, si la verdad lo parece,pero ¿no sabe algo, acerca de la luz que mostrara la verdad?, ¿No lo menciono Robert?-
-La verdad es que Robert siempre buscó el conocimiento máximo de la vida,estaba algo loco pero bueno, yo siempre lo veia con un libro muy particular, sabes...-

Lo decía mientras servia en unas tazas un poco de tè.

-Siempre cargaba con ese mugroso libro...

-¿Cual mugroso libro?-

-Lo Recuerdo bien..., Hace tiempo cuando yo tenia 35 años y Robert 25 años, Lina mamá de Luis era solo su novia, El me había visitado, justamente aquí, con un libro hablando acerca de que en este mundo hay puertas ocultas, que solo se podían ver si se iluminaban...-
-Espere..., puertas que se iluminaban, ¿A que se refiere?-
-Si, como magia...-
-¿magia?, ¿Como es eso posible?-
-Lo mismo pensaba hasta que, Luis me enseño este libro.-
Theo saca de un pequeño cofre, un libro de color verde, con pasta dura, se veía que era muy viejo, con hojas amarillentas, y en la portada tenía el nombre de Lysdører.
Erie lo toma en sus manos, cuando Theo empieza a dar una pequeña descripción del mismo.
-Este libro, no es el original, este fue traducido por Robert, recuerdo bien que se tardo bastante tiempo, pero lo consiguió y me lo obsequió, recuerdo bien lo que me dijo, "Amigo mio te lo doy por que se que lo necesitaras, no hoy si no muy pronto...", pero nunca lo utilicé.-
Erie empezó a leer la descripción.
-Presento este libro, que es muy antiguo, bueno al menos el original, este contiene la sabiduría del Dios céltico Belenus, la verdad del por que era el Dios de la Luz, muestra el poder de la Luz, y todos sus misterios del mismo, me alegra poder haberlo traducido, ya que este estaba en latín, y espero que lo leas mucho mi amigo Theo...-
-¿Y lo leyó?-
Theo ignoró la pregunta, y se marcho de la habitación, ella entendió que no, sin embargo lo siguió con el libro en manos.
-¡Señor Theo!, ¡Hagame caso por favor!, ¿Por que no lo leyó?-
-¡Niña no te metas en lo que no te importa, ahora lo importante es que ya tienes el libro, ahora vete..!-
Erie solo lo miro, este estaba sentado y con la mirada agachada, ella entendió y se fue del lugar sin mencionarle que Robert sabía quien era ella...
-¡Teniente!, ¡Teniente!-
Marcos se había dormido en su escritorio.
Ana estaba  moviendo al teniente para despertarlo, la que había gritado todo este tiempo,