Sorpresas

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En el capítulo anterior...

Se dirigió extrañada hacia la puerta haciendo más grande su asombro al abrir y encontrarse con su familia que la miraban sonrientes y gritaron sorpresa al unísono.
-¿Qué hacen aquí?-preguntó Regina aún incrédula frunciendo el ceño.

-Vinimos a pasar la navidad contigo cariño-respondió Cora con emoción,a lo que Regina no tuvo opción más que invitarlos a pasar.
Al cerrar la puerta su madre le dió un fuerte abrazo,que esta correspondió recordando lo mucho que la había extrañado y la tranquilidad que encontraba entre sus brazos,tal como cuando era pequeña.
Luego fue el turno de su padre haciéndola recordar como en su infancia junto con su hermana, cada noche la arropaba y contaba un cuento para dormir.

Después siguió Zelena,su hermana mayor,quien traía a su hija dormida en brazos,por lo que la morena dió un abrazo a su hermana con algo de dificultad,viniendo a su mente recuerdos de las travesuras que solían hacer juntas y lo unidas que eran,algo que perdieron al estar separadas por prácticamente cinco años.Pero sin duda el amor permanecía.

Regina no pudo evitar sonreír al ver la carita de su sobrina,trayendole memorias de la primera vez que la sostuvo en brazos y lo contenta que estaba porque algún día la llamara tía.
Algo que no sucedió,o al menos no como le hubiera gustado gracias a los acontecimientos en ese año.

Media hora después de conversar y ponerse al tanto de lo pasado últimamente en sus vidas, los recién llegados decidieron mejor irse a dormir, ya que estaban algo cansados del viaje.
Y al poco rato,después de terminar de revisar los documentos de la oficina hizo lo mismo yéndose a dormir,pues a pesar de la inesperada llegada de su familia mañana tenía que ir temprano a trabajar como siempre.

***

Regina se despertó como todos los días,gracias a su alarma y realizó su rutina,que consistía en: tomar una ducha,cepillarse los dientes,vestirse con uno de sus típicos trajes de oficina(La foto que aparece al principio) peinar su cabello dejándolo suelto,un poco de maquillaje, agarró su bolso echando todo lo que pudiera necesitar y bajó a desayunar.

Al bajar se encontró con parte de su familia despierta,su madre ponía parte del desayuno en la mesa mientras su padre leía el periódico.
Todo era como recordaba,ver esa escena calentaba su corazón y la hizo darse cuenta lo sola que se había sentido todos esos años sin sus seres queridos.

Luego de salir de sus pensamientos recordó que aún se encontraba en los últimos escalones de la escalera contemplando todo sin ser vista por los demás.
-Buenos días-saludó la morena acercándose a la mesa para dar un beso a su madre, quien devolvió el saludo y seguido de esto fue hasta su padre que parecía sumergido en su lectura.

Sin embargo al notar que esta se sentaba a su lado dejó el periódico aparte y prestó completa atención a su hija.
-Buenos días mi manzanita¿Ya te vas al trabajo?-preguntó Henry saludando a su hija con un abrazo.
-Papi,que ya no soy una niña,y sí dentro de poco me tengo que ir a la empresa-replicó Regina con tono calmado,mostrando una genuina sonrisa al escuchar el apodo puesto por su padre desde que era pequeña debido a su fascinación por las manzanas, y no había escuchado hacía ya un buen tiempo.
-Siempre serás mi niña,mi manzanita hermosa-contestó Henry tomando el rostro de su hija por ambos lados dejando un dulce beso en su frente.

-Lo sé,los extrañé tanto-mencionó la morena acurrucándose en los brazos de su padre,quien la recibió contento.
Regina respiró profundo sintiendo el característico olor de la loción del mayor.
-Ese perfume aún...¿Qué es ese olor?-comenzó a decir la mujer parando al sentir otro aroma inundar el lugar.
-Es tu hermana en su intento de ser cocinera-respondió casi inmediatamente Cora, acompañada de una sonrisa burlona.
-¿Cómo?¿Zelena cocinando?-gritó Regina al borde del colapso,la inesperada respuesta de su madre bastó para salir disparada a la cocina llevándose todo a su paso,para encontrarse con el catalogado por ella misma como el mayor desastre de su vida.

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