Parte 1 Sin Título

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Vicente es un nombre que te va bien. Hoy cumples 77 años, nunca pensaste que vivirías tantos, la verdad es que sientes que tienes muchos más, te pesan. Te cuesta un trabajo terrible levantarte de la cama cada día, no tienes claro para que lo haces, para que te esfuerzas, te gustaría no despertarte, sería lo más fácil, morir mientras duermes, lo llaman la muerte feliz ¿no? Sería ideal morir feliz, es lo que quisiera cualquiera, no volver a pensar, que ningún recuerdo te atormente, no sentir esa pena que te oprime el pecho y no te deja respirar. Una vez intentaste dejar de pensar, a lo bestia, en uno de tus prontos, pero cuando te viste a un paso del precipicio te acobardaste, las cosas podían empeorar más si la caída no te mataba, no deseabas dolor físico ya tienes bastante con el dolor del alma. Ese día volviste a casa dispuesto a esperar a la muerte tranquilo, y te prometiste ir cada día a ese lugar en el que pensaste quitarte la vida, para recordarle que no se olvide de ti, que la esperas. Y así a diario emprendes el camino hacia allí en tu vieja bicicleta y reflexionas... La recuerdas a ella, su risa, su olor, su cabello suave, sus ojos color chocolate tan dulces como ella. Ella lo era todo para ti, pero un día te sorprendió su ausencia al volver del campo, tampoco estaban sus cosas, ni vuestra vieja maleta. Nunca la buscaste, ni la nombraste más, ese día moriste por dentro, se lo llevó todo con ella. Desde entonces cada amanecer es un castigo y cada noche antes de dormir piensas con alivio que quizá esa sea la última noche que pasas solo en tu infierno. Quizá en ese sitio dónde van las almas torturadas os encontréis y te pida perdón y tú la perdonarás porque no podría ser de otra manera.

Vicente.Where stories live. Discover now