capítulo II

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37 días antes

Había despertado con un dolor de cabeza muy intenso, tan intenso que ni siquiera se atrevió a abrir los ojos.

¿Acaso había bebido?

-Maldita sea Musa, me las pagarás-murmuró para sí. Si bien su amiga le había dicho que le enseñaría a ser una bebedora con moderación, sabía que cuando Riven estaba cerca Musa era un manojo de emociones, probablemente la dejó bebiendo al cuidado de Stella que a su vez seguramente estaba más concentrada en deborarle la boca a Brandon.

De pronto vinieron a su mente algunas imágenes aleatorias de la noche anterior.

Helia.

Una salida entre amigos a un bar.

Sus sentimientos.

Claro. Se le había confesado a Helia, su mejor amigo e interés romántico.

Diablos.

Si tan sólo pudiera recordar con exactitud algo de lo que pasó la noche anterior.

Se revolvió incómoda en aquella cama y de pronto su corazón dió un vuelco al chocar con algo tibio.

Cerró sus ojos con todas su fuerzas y llevó una de sus heladas manos hasta su pecho.

Nada.

Con mucho temor bajó la mano a la altura de sus caderas intentando sentir sus panties.

Nada.

Estaba desnuda. Completamente desnuda. Pero eso no era lo peor, lo peor era que al revolverse en la cama sintió como pateó un bulto. Una persona.

Flora rogó a todos los Santos y Dioses existentes que se tratara de una pesadilla. Con los ojos fuertementente cerrados se pellizcó para abrir los ojos.

-Ahora o nunca.-

Una mata de cabello azul largo la sorprendió. Pudo ver por primera vez el pecho desnudo de Helia.

Desnudo.

Al igual que ella.

Flora se sorprendió de sí misma. Había pasado la noche con él. No necesitaba más prueba de ello, su cuerpo se sentía adolorido.

Lo miró una vez más. Parecía un ángel, se veia perfecto, igual que siempre, delicado pero varonil.

Observó el lugar. Era la habitación del chico. Ella debía encontrarse en Fontana Roja. Bastante alejada de su campus.

Se levantó sin hacer ruido, y buscó su bolso en forma se rosa.

No se veía por ningún lado, no debía contar con su celular. Miró por la ventana, debían ser las seis de la mañana de un domingo. Si no salía de allí y los demás chicos de Fontana Roja la veían ella y Helia se meterían en serios problemas.

Se cambió lo más rápido que pudo.

¿Acaso esto arruinaría su amistad con él?

¿Que tal si él no lo recordaba?

Él no tenía por qué enterarse

¿cierto?

Tal véz si él no recordaba nada y sus amigas estaban tan ocupadas con sus intereses románticos cómo para dejarla ir con Helia, ella podía llegar a su habitación y fingir que nada pasó.

Este podía ser sólo su secreto.

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⏰ Last updated: Feb 26, 2019 ⏰

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Flor SecretaWhere stories live. Discover now