Preludio.

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Para Jun fue suficiente después de aquella noche.

Nunca imaginó que la forma en la que su infeliz "vida", dentro de esa casa, terminaría.

Que la situación en ese momento, llevándolo al terror, le haría plantearse cosas importantes. Cosas que siempre habían estado frente a él, pero que con esperanza guardada a un cambio, no tomó con seriedad desde antes.

Creía estar bien aceptando las groserías de su pareja sólo por el miedo de contradecir y que éste le dejará.

Sin embargo, era tan claro como el agua que nada de eso traía algún beneficio. Y todo lo contrario, se hacía el doble de daño; Al soportar la crueldad y al mismo tiempo creer que eso era bueno para él.

Aquella tarde, relajado en la tina, un grupo de asaltantes irrumpieron su casa tomándolo por sorpresa.

Ni si quiera tuvo tiempo de reaccionar cuando uno de ellos, ya le había tapado la boca, vendado los ojos y atado las manos.

El ruido de desorden en toda la casa, y el sujeto a un lado de él insultándolo, no hizo más que provocarle el llanto. Lo que ocasionó más gritos de intimidación por parte del asaltante.

Cuando reconoció los pasos de más personas en el cuarto de baño, y a una de ellas diciendo: "Es todo, vámonos". Creyó que finalmente podría respirar.

Creyó en vano cuando sintió varias manos tocándole por debajo del agua ya fría. Se retorció en pánico al percibir más de dos; más lágrimas y gritos ahogados por la cinta emergieron con la desesperación.

Él iba a ser abusado.

Pero quizá la vida había decidido también, que era suficiente por aquel día y apiadarse de él. Cuando alguien más entró gritando de que no quedaba tiempo.

Y antes de que todos salieran, el que estuvo todo el tiempo con él, le escupió y se fue.

Jun tardó un tiempo para poder encontrar el control en su cuerpo y dejar de temblar, y así levantarse y deshacerse de todo lo que le impedía ver y hablar.

Se encontró deambulando de aquí por allá, casi arrastrando los pies. Sin expresión en su cara.

Todo estaba destruido, y lo que no, se lo habían llevado.

Un ruido en la puerta llamó su atención; alarmado se movió rápido hacia atrás.

-¿Pero qué- era YanAn entrando y mirando todo a su alrededor con aturdimiento.

Jun simplemente corrió con él, buscando calor y consuelo. Estaba llorando otra vez; Fue apartado de manera dolorosa. E intento explicar -: Estaba tomando un baño y entraron a la casa, parece que fue por la puerta trasera de la cocina. Ellos.. Ellos.- sollozó. -Yan, ellos casi abusan de mí.

Intentó acercarse de nuevo, pero lo que recibió no fue un abrazo o caricias. Fue una bofetada que le hizo tambalearse.

Sobó su mejilla y no estuvo preparado para otra serie de gritos aquel día.

Él regañó su falta de cuidado y responsabilidad por la casa.

"¿Qué tan difícil puede ser estar al pendiente de esta, cuando no haces nada más que estar en ella?"

Entre otra serie de cosas que sólo lo hundieron más.

Entonces, cuando terminó de hablar, simplemente se le quedó viendo; Jun esperaba que se compareciera un poco pero no pasó nada.

Ver al menor llorar y abrazarse así mismo, le alteró de sobremanera.

Su rostro tiñó en furia. Para nadie más que para a él; la mandíbula desencajada y sus puños cerrados con los nudillos en blanco.

Jun temió que fuera a golpearlo de nuevo. Pero con más fuerza.

El alivió le recorrió en cuanto lo vio girarse e irse fuera de la casa.

Sintiéndose perdido y con el corazón una vez más roto. Jun decidió que no necesitaba más de esto.

◉◉◉

Los días pasaron y el asunto con la casa de resolvió un poco.

Pero él no volvió a ser el mismo. Aunque bien sabía, que era sólo la finta, puesto que su corazón seguía siendo igual de vulnerable.

Después de aquel día desastroso, no planeó nada, simplemente actuó como pensó, sería correctamente; le daba por su lado a YanAn.
Aunque últimamente, Jun ya no pasaba mucho en casa cuando llegaba él.

Los primeros días, se salía por la tarde con algunos de sus amigos. Incluido allí a Joshua. -Con quien no dudó en desahogarse luego del problema-.
Joshua estaba consternado, y aunque no le sorprendía la actitud del hombre, la ira había hervido en su ser.

Apoyo y apoyaría a Jun en todo lo que éste necesitase. También le dijo que dejará a YanAn. Pero él se negó, diciendo que simplemente no permitiría que le pisoteara.
Así que Joshua sólo se rindió.

Jun siguió saliendo todas las noches, al mismo bar de la primera vez. Solo, con Joshua o a veces con otros amigos.
Y otras veces, cuando los demás estaban en sus cosas, él se quedaba allí, sin nadie más.

Pasaron un par de semanas y se dijo así mismo que de repente el lugar se tornaba monótono.
Haciéndose preguntas como: "¿Qué esperas estando aquí?"
Y recriminándose por huir de YanAn y no enfrentar lo que tenía que hacer.

También, aquella parte sumisa que su pareja creó en él, le murmuraba en su mente que volviera a casa y buscara que todo volviera a estar bien en el lugar.

Dispuesto a irse, se percató de unos ojos sobre él. Ciertamente lo había notado desde hace casi media hora, pero Jun sentía que se estaba volviendo insistente..
Tomó su vaso con un poco de whisky en el, y bebió mientras que con disimulo, volteaba a ver a la persona.

Un moreno sobre la barra, a unos cuantos bancos alejado de él; cabello castaño. Algo alto, estudió Jun, a pesar de que estaba sentado.
El chico, miró a los licores en la cantina tras la barra, en cuanto Jun, lo había pillado.

Relamiendo sus labios y pidiendo más licor, pensó que el lugar no era tan aburrido después de todo.

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⏰ Last updated: Feb 21, 2019 ⏰

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sorrow ; MinHuiWhere stories live. Discover now