La primera vez que veo a uno

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Es difícil ver como toda una especie desaparece, lo sé por que cada vez que me enteraba de las especies que se extinguieron me causaba tristeza. Pero es mucho mas difícil que en esa especie estén todos a los que considerabas importantes en tu vida, todos los que formaron parte de ella. Tu familia. El perder a toda tu familia es un dolor que te carcome por  dentro, sientes que tu corazón se va encogiendo y en el proceso duele como si te lo estuviesen estrujando. Es un dolor que se lleva todas tus fuerzas y lo único que te mantiene viva, aunque ya no completamente por que ahora se vuelve mecánico, es el deseo de hacerles pagar a esos seres que te quitaron todo ello.

Después del incendio anduvimos por casi una hora, momento en el que encontramos esta casa, se asemeja a una pequeña mansión, ya que lo rodea una vaya blanca, tiene un campo verde con algunas plantas a sus alrededores y una pequeña piscina en medio. Al ingresar no encontramos a nadie ni vivo ni muerto y algunas cosas estaban revoloteadas haciendo saber que los invasores los buscaron.

Ya van cuatro días desde que no salgo de esta habitación, exactamente desde que llegamos, ya que fue la que primero vi y en ese entonces escogí que sería mía. Debo tener un horrible aspecto ya que no duermo lo suficiente, ni me alimento bien. Pensé que al quemar mi casa con todo dentro haría que mi carga se vuelva mas ligera, pero no, me la paso una parte del tiempo sentada frente a la ventana que da la vista al hermoso campo de la casa y la otra parte en la cama, sin hacer nada mas que recostada, como si mi cerebro se hubiese ido de vacaciones, ya que sólo me la paso viendo a la nada. Matt se hace cargo de dejar mi comida en la puerta o en la mesa de noche de la habitación.

Sé que dirán que tuve todo el tiempo del mundo para planear detalladamente mi venganza. Pero miren, un buen plan no se hace en tan sólo cuatro días. ¿Y el avance? Pues no tuve ganas de hacerlo. Pero no se preocupen, eso pienso cumplirlo si o si.

Cada vez que deslizo el collar entre mis dedos me trae el recuerdo de mi familia, y también de la promesa que les hice.

Creo que ya fue suficiente de sufrimientos, esto debe cambiar, no puedo pasar el tiempo así.

Me levanto del pequeño sofá y me dirijo a la habitación donde Matt me dijo que estaría.

–¿Matt?– toco ligeramente un par de veces.

Ese pendejo no me abre, mejor entro.

–¿Matt?– vuelvo a decir en un susurro.

El lugar está vacío, pero la cama está desordenada. Bueno, nada sospechoso, la mía está peor.

Salgo y camino por el pasillo, quizá está en la sala.

En la sala se escucha la música de Aviccii -Wake me up.

_Dije que nos divertiriamos – grita Ale entre la bulla de la fiesta –esta canción me encanta_

Su sonrisa se iluminaba en su hermoso rostro mientras movía sus alas artificiales al bailar, ella era espectacular, era la chica que se hacia querer y respetar por todos. Era una líder espectacular.

Mi mente había viajado a esos momentos hasta que Matt me saca de mis pensamientos.

– Yel, que bueno que decidiste salir de tu cueva, estaba a punto de llevarte el desayuno – sale de la cocina con una fuente con jugó y hottcackes– pero ya que estas aquí desayunaremos en el comedor.

–¿ Y que tienes pensado hacer esta tarde? – me pregunta ya una vez que estuvimos desayunando, cómo si fuésemos amigos en una situación normal.

Pero esto ya no es nada normal.

Somos probablemente las únicas dos personas vivas en el mundo. Los únicos humanos.

Los únicos con el deber de recuperar la especie humana. Mejor no, gracias.

INVASORESWhere stories live. Discover now