Despertar de una realidad

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Cuando Fad abrió los ojos, reconoció el techo de su cuarto con una ansiedad que nunca había sentido en su vida. Después de todo, la pesadilla que acababa de tener era lo más aterrador que había vivido alguna vez. Aún en su cabeza retumbaban las voces de un hombre misterioso y una mujer mayor, y la horrorosa sensación de vacío previo a derrumbarse y caer al piso... Aunque para ser un sueño, sus glúteos le dolían más de lo esperado. Acaso no fue un sueño lo que tuvo?

-Fad, necesitas algo? -Preguntó su asistente virtual mientras activaba un leve resplandor que permitía distinguir las sombras de la habitación sin ser molesto a los ojos del humano.

-¿Dónde estoy? -Respondió Fad con el oscuro deseo de no querer saber la respuesta.

-Si te refieres a tu ubicación inmediata, estás en tu habitación. Pero por tu tono de voz, asumo que quieres la confirmación que te encuentras en la luna. -Si no fuera porque le respondió un programa informático, Fad juraría que su respuesta tenia un dejo de pedantería, confirmado por la continuación de la misma. -Si te preguntas el por qué estás acá, y no tirado en un corredor de la base, la Prime habilitó una unidad móvil para transportarte hasta acá. Pero aclaró que espera que no se repita un acto tan vergonzoso, aún para alguien como tú.

Con semejante respuesta, Fad se lo pensó mejor antes de volver a hablar. Había notado que su asistente virtual había tendido a tomar un tono un poco más agresivo, y dado que estaba en desventaja numérica con respecto a los sistemas autónomos presentes, prefirió ser más cauto en sus apreciaciones.

-Cuando puedo hablar con la Prime?

-En el momento en que lo consideres pertinente, aunque te recomendaría esperar a que tu cuerpo recuperara energía, te adaptes un poco mejor al ambiente actual y como ha sido usual en tí, te alimentes prodigiosamente. Por el momento, no tienes nada programado en tu agenda, así que es factible ser más flexible.

Con un "gracias!" que salió de lo más profundamente sarcástico que podía haber sido en la vida, Fad le respondió a su asistente virtual. Mientras cerraba sus ojos y se quedaba nuevamente dormido, rogaba que al despertar todo lo que había vivido en las últimas horas no fuera más que una pesadilla... Pero en el fondo sabía que no era así.

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-Quiero hablar con la Prime. -dijo Fad, después de engullir su último pedazo de pan de desayuno.

-Ella te está esperando. Debes salir de la habitación, cruzar el corredor circular hacia la derecha hasta la tercera puerta, e ingresar a la sala de los dos sillones. 

-Algún protocolo en especial, algo que deba saber para hablar con ella? -Dijo, mientras salía de la habitación.

-No te preocupes. Peor que tu primera vez no lo vas a hacer.

Fad divagó mientras caminaba, en una serie de respuestas apropiadas al comentario anterior, pero cuando se dio cuenta ya estaba frente a la tercera puerta, la cual se abrió automáticamente ante la presencia del humano.

-Sigue, siéntate. -dijo la Prime, haciendo un gesto con la mano señalando el sillón vacío.

Fad obedeció y recordando las encarnizadas batallas mentales que acababa de librar (y perder), respiró profundo y preguntó con un tono de humildad muy poco acostumbrado en él: -Podrías explicarme por qué estoy acá, por que me trajiste a la luna? Fue en serio todo lo que me dijiste ayer?

-Celebro que tu actitud haya cambiado, Fad. Eso significa que empiezas a entender los cambios de tu situación actual. En la medida en que entiendas y aceptes tu realidad, tu sufrimiento se verá disminuido hasta el punto que logres eliminarlo. Las antiguas religiones usaban variaciones de ese concepto y en general no les iba tan mal.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2020 ⏰

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