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Uno de los errores más comunes que solemos encontrar en las historias son los diálogos. Todos hemos escuchado una conversación e intentamos plasmarla en papel, sin embargo, esto suele ser difícil ya que una conversación real suele tener ciertas incoherencias, frases incompletas o interrupciones, basta con escuchar alguno de nuestros mensajes de audio en las conversaciones de WhatsApp para percatarnos de esto.
En la escritura, hay formas de transformar simples frases en una conversación realista, aunque como siempre, para lograrlo, necesitaremos practicar y practicar. Aquí les proporcionaremos 10 claves para lograrlo:
1. Conoce a tu personaje: Lo que podemos hacer es describirlo a detalle: cómo es su personalidad, su lugar de procedencia, edad, nivel educativo, época en la que vive, entre otros. Recuerda que una persona del siglo XIX no habla igual que una del siglo XXI.
2. Interpreta su papel: Un consejo divertido es convertirte en ese personaje, ¡no temas hablar solo! Conviértete en un actor/actriz, sé tu personaje mientras escribes y ya verás que su forma de hablar y sus acciones serán más fáciles de plasmar.
3. Dinamismo: Utiliza frases cortas, omite verbos innecesarios, sé conciso y no pierdas el ritmo del diálogo, añade las intervenciones que sean necesarias para que el lector pueda entender mejor qué es lo que está ocurriendo.
4. No expliques, avanza: No uses los diálogos para explicar lo que debería haberse entendido con la acción. Es decir, plantéate si el diálogo tiene sentido, no cuentes lo que los lectores ya conocen, un ejemplo que ilustre este punto es el doctor Doofenshmirtz contándole al Agente P su siniestro plan para apoderarse del Área Limítrofe justificándolo con alguna mala experiencia de su infancia. En resumen, no uses el diálogo para decir cosas que todos los personajes ya conocen o que ninguno ha preguntado. Si tienes que explicar toda la historia al final para que se entienda, entonces deberías revisarlo mejor.
5. Algunas interrupciones no son malas: Añade cortes, preguntas, comentarios, para hacer la conversación más fluida. Pero ¡ojo! No me refiero a que tú como escritor intervengas dando opinión, sino que el personaje realice acciones que permitan ambientar la escena en la que la conversación se lleva a cabo. Una mosca volando frente al emisor no vendría anda mal.
6. Enfádalos, hazlos dudar: Muestra los estados de ánimo de tus personajes, intenta escribirlo como crees que lo diría, de nuevo, sé actor/actriz y pronuncia aquella frase temerosa o alegre, descubre así las mejores palabras para expresarlo.
7. Haz que importe: Cuando hay un diálogo debería ser porque es la mejor forma de contar ese fragmento.
8. Rómpelo con acción: No olvides que al hablar nunca estamos quietos, pueden pasar cosas que detienen el diálogo para explicar lo que ocurre en escena, ¡volvamos al ejemplo de la mosca que pasa volando! Además, esto ayuda a que la escena avance y no se quede estancada en una conversación sin fin.
