-Entonces... ¿Ya tienes pensado algo?- preguntó WooJin, el mayor de todos, mientras le servía algo de pizza en su plato.

-Gracias. Y no, no tengo ni idea.

-¿Qué tal mí cara?- preguntó MinHo-. Sería hermoso.

-¿Alguna fecha importante, diseño, algo?- le siguió JeongIn, a lo que el joven negó.

-No lo sé chicos. En serio, no lo sé.

-Deberías pensar rápido- habló HyunJin-. Tienes turno mañana.

El silencio se hizo presente, mientras todos miraron lentamente el rostro de Felix.

Por un lado podría quejarse, insultar, y gritar a los cuatro vientos que él debía decidir eso. Pero por otro, sabía que si dependía de su persona, no tendría un tatuaje hasta el año entrante.

Asintió, intentando dar una reacción que sus amigos no esperasen.

-Yo iré contigo- habló MinHo.

-¿Para que taladres mí cabeza toda la sesión? No gracias, iré solo.

-Aunque sea déjame acompañarte a la entrada, ¿Sí? De paso JiSung y yo tomamos un helado.

-SeungMin también quiere- habló el mismo.

-Y SeungMin.

-Bien- suspiró.

La cena siguió con una charla común, hasta que su apartamento ya se encontraba vacío.

Había terminado de dejar todo limpio, y entonces tumbarse a su cama.

A pesar de las luces estaban apagadas, su vecino no estaba haciendo ninguna fiesta, y el jefe de su trabajo no molestaba. El sueño parece ser que no tenía pensado venir.

Daba vueltas y vueltas, sin poder aunque sea lograr que sus ojos le pesen.

Cansado de intentar, encendió su lámpara, y tomó asiento.

Maldita apuesta. Maldito tatuaje.

No podía decir que su madre le mataría, lamentablemente.

Miró de reojo su escritorio. Le parecía una idea loca, porque estaba desorientado.

Así que en pijamas, se levantó, y tomó asiento, abriendo su cuaderno y tomando un lápiz.

Había pensado en figuras geométricas que combinen en su favor, adaptándose a la forma de su antebrazo.

No funcionó.

Su técnica en el dibujo no era el mejor, pero podría decir que era bueno.

Su mente y mano se conectaron, y salía cualquier cosa.

No sabía cuántos papeles ya había arrugado y tirado.

Estaba perdido. Era joven, con un trabajo medio, sin saber dónde estaría en un futuro, o si siquiera sabía quién era de verdad. Buena familia, buenos amigos.

¿Qué más podía ser?

Una brújula.

Con sus ocho puntas podría tener presente a sus ocho amigos. Y el simple objeto reprentaría su duda del mañana.

Agregando algún mini mapa de que a pesar de todo, nunca olvidaría donde nació, sea el país donde viva.

Suspiró contento con su diseño propio.

Le iba a doler, pero todo tendría su significado para su corazón.

Ahora sí le había llegado el cansancio. Para evitar problemas, tomó una foto de la imagen y la guardó en su nube, y así dormir tranquilo.

Al otro día estaría muy nervioso como para no descansar bien

|•|

Habían momentos en lo que un ser humano podía tener ataques de nervios; antes de una inyección, hablar con la/el que te gusta, un exámen, resultados, Comeback se grupo favorito. Muchas cosas.

Pero a Felix le resultaba muy extraño estar, dentro de sus estándares, tranquilo.

Es decir, no sabía a qué se iba a enfrentar, y sí fue capaz de hacerce perforaciones, ¿Qué tan malo podía ser?

-Según HyunJin, vas a ser el único por ser el primer turno de la tarde- habló MinHo de la mano de JiSung, revisando su teléfono-. Es un chico, por cierto.

-¿Cómo se llama?

-¿Acaso eso importa?- preguntó SeungMin.

-Claro que sí, Dios.

-Chang... ChangBin, wow, es cool. Suena dark.

Siguieron caminando mientras admiraban el hermoso diseño de su amigo.

Sin pensarlo, ya estaban a pocos pasos del estudio de tatuajes. Y entonces los nervios picaban de a poco.

-Hasta aquí llegamos- dijo MinHo-. Como lo prometí. Iremos por un helado, y tú nos avisas. WooJin y Chan también estarán al tanto, ¿Sí? Cuídate.

-Gracias- asintió, y apretando sus puños, ingresó al lugar.

No tenía ni la mínima idea de cuáles eran los insumos adecuados, pero todo se veía muy profesional.

Probablemente la campanita de la puerta ya le haya avisado al tal ChangBin de que estaba allí.

Entonces; un joven de pantalones negros medio holgados, una camiseta blanca lisa, semi al cuerpo, un gorro y con cero pinta de tatuador salió de una puerta junto a la recepción.

-Hey, hola, ¿Eres Felix?

-Así es- asintió-. ¿ChangBin?

-Exacto- sonrió-. Entonces, ¿Qué tienes en mente?

Le dió algo de vergüenza sacar su cuaderno, pero a la vez seguridad, porque era algo que estaba dispuesto a tallar el su piel.

El joven tatuador quedó asombrado, tomó el cuadernillo y lo miró detenidamente.

-¿Tú lo hiciste?

-Sí- sonrió.

-Wow... Bien, perfecto. Déjame preparar todo, tu siéntate, y quédate tranquilo. Me tienes completamente para ti, sí necesitas algo.

Tomó asiento en los sillones, mientras que quedó sólo de nuevo.

ChangBin era un buen chico, muy amable, a pesar de tener esa pinta de emo que podría matarte con su guitarra eléctrica.

Divisió bastante s tatuajes, lo cual opinaba que le quedaba muy bien.

Tenía perforaciones también; un estilo que llamó su atención.

Veía como traía cosas como alcohol, papeles descartables, y demás cosas.

Hasta que lo llamó a sentarse.

Con su brazos apoyado, de manera tal que ChangBin tenga una buena vista, suspiró.

La máquina no sonaba para nada bien. Y su diseño no era del todo pequeño.

-¿Es el primero, no?

-Sí.

-Tranquilo. Cualquier cosa, me avisas; me detendré las veces que quieras.

-Seguro, gracias.

-Bien. Aquí vamos.

𝑰𝑺 𝑰𝑻 𝑻𝑯𝑬 𝑭𝑰𝑹𝑺𝑻 𝑶𝑵𝑬? ─changlixTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang