Ashlyn y el mensaje en la botella

El mensaje en la botella

Ashlyn era chapada a la antigua. Había soñado toda su vida con ser una escritora; pero no de esas que se sientan y escriben en una computadora sino de las que que lo hacen a mano, ella era fanática de los manuscritos. O quizás era ¿nostálgica?

Escribir con su pluma Parker tenía un gusto extraño...le dejaba una sensación indescriptible: su mano se movía como si dirigiese una orquesta en el papel y la poseía en cuerpo y alma ¿por qué negarse tal placer? ¿por qué resistirse a tener ese momento tan íntimo entre el papel, la pluma y su alma?

Asi que tomó el papel de color amarillento (porque sus papeles tenían que tener esa tonalidad vieja) y comenzó a escribirle a él:

"San Francisco (Estados Unidos), Mayo del 2016

Carlos A.:

Sé lo que hiciste. Y más aún, sé cómo me siento ahora. Habiendo tomado la distancia necesaria. Desde Estados Unidos, aquí en San Francisco donde siempre me sentí en mi hogar como te dije miles de veces, lo veo claro.

El destiempo en el que nos encontramos. Vos en tu etapa de necesidad de soltería o de encontrarte con una chica que fuese todo lo que no soy yo: con un cuerpo perfecto, pelo largo y rubio ¿eso es todo lo que buscabas después de todo? Sólo un cuerpo. No alguien que pensara, que te expresara sueños, preocupaciones, que te demostrara sentimientos.

Y yo en mi etapa de encontrar un hombre de verdad. No uno que me llevara a un albergue transitorio y se pusiera a llorar por su ex novia (dos veces), que me mintiera en la cara diciéndome "no sos vos, soy yo", que pensara en disfrutar sexualmente él y no los dos. Yo necesitaba generar un verdadero vínculo. No algo puramente sexual. Necesitaba encontrar a alguien con quien el silencio fuesen palabras o que agarrarnos de las manos y darnos un abrazo fuese más poderoso que el sexo.

¿Sabés? No todo pasa por el sexo. Algún día lo vas a descubrir. Un día vas a estar acostado con ESA chica y no vas a necesitar tocarla. El sólo saber que vas a dormir con ella va a bastar para cerrar tus ojos tranquilo.

Julieta nos dijo que mentiste...que no sos su novio ¿Por qué? ¿Para qué? Innecesario ¿Pensas que vine acá por vos? San Francisco es mi casa. Es más casa que cualquier abrazo, que cualquier departamento o barco que pudieses ofrecerme.

Tu mentira me da verguenza. Y estoy feliz. Porque sé en el fondo de mi corazón que no escapé de vos. Vine a reencontrarme conmigo. Vine a ser yo. Ojalá algún día puedas ser más que tu barco, tu casa, tu carrera y el presidente del Centro de Estudiantes de tu Universidad.

Yo vi más que eso.

- Ashlyn- "

Como había visto en películas y leído en libros, Ash tomó una botella y metió su mensaje enrollado dentro de ella. Por fuera escribió "Carlos A. - Buenos Aires (Argentina)" .

Ashlyn estaba en el muelle pero caminó por él hasta encontrar un sitio que considerase apropiado para despedirse de la botella y de su mensaje. Pensaba que su interior le indicaría cuál era el lugar indicado para tirar la botella al agua.

El día la acompañaba. Soleado y caluroso. Las aguas casi no se movían. Turquesas como las pinturas que uno puede sólo imaginar salidas de una fotografía o pintura perfecta o soñada. Casi que le daba pena esa idea de tirar la botella y contaminarlas. Pero sabía que la bahía estaba llena de pescadores que tiraban sus redes y su mensaje no llegaría lejos. Además, era muy testaruda: lo había leído en sus libros preferidos y visto en miles de películas románticas (en realidad eran antiguas o de piratas).

Llegó a un lugar del muelle y allí se subió a un banco desde donde veía Pier 39, un lugar famoso en San Francisco porque los lobos marinos se juntaban a tomar sol y los turistas se acercaban a tomarles fotografías. También había múltiples negocios de caramelos o para comprar merchandising de la ciudad.

Ashlyn no lo pensó dos veces: tomó la botella de vidrió y la miró con enojo y tristeza a la vez:

- ADIÓS - gritó mirando al agua.

Y acto seguido, la arrojó con todas sus fuerzas y lo más lejos que pudo.