Perdí la noción de las horas, me di por entendido hasta que la negra noche me cubrió y comenzaba a sentirme mareado por el efecto de las pastillas.
Recordé por qué estaba ahí en ese árbol; pero me encontraba en un dilema inexorable.
Tanto tiempo ignorando las nubes adornadas de tal forma.
Decidí volver a casa para afirmar mis decisiones y tal vez lo intentara mañana. Mi madre aún estaría en el trabajo y para entonces tendría oportunidad de quitar la nota de la nevera e inspirarme mejor si acaso la pudiera renovar.
Bajé con cuidado rama por rama, curiosamente me acordé de la soga hasta que estuve abajo, entonces la dejé ahí.
Volví a paso lento, meditaba en el por qué de mi desdicha.
¿Por qué estaba aquí?, ¿sería mejor no estar?.
No iba a ningún lado, sin sueños, sin amor, sin compañía.
Pero quería que todo fuera diferente y quería desear eso al menos una noche más.
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En un atardecer
Non-FictionUna historia a través de la mente suicida. Cómo se siente la depresión. Preguntas sobre la existencia, el dolor, la realidad de la vida y Dios.