Me quedé sola con Hayes en el sofa del jardín.
- ____ - me llamo Hayes - si te duele la rodilla o quieres levantarte solo tienes que decirmelo.
- Claro, no te preocupes. A ti, ¿Que te apetece hacer?
- No se, ¿Te apetece ver la tele o jugar a la play? No soy experto en lo que le gusta hacer a las chicas.
- No te preocupes, la play esta genial. - Hayes me ayudo a levantarme.
- Espera, mejor te cojo en brazos y asi tardamos menos. - Hayes me cogio en brazos y me llevo dentro, y nos sentamos en el suelo a jugar. Hayes estaba sentado con las piernas abiertas y estiradas y yo, justo delante suyo con las piernas estiradas, pero cerradas. Estuvimos jugando una hora a la play, la verdad es que nos lo estabamos pasando genial.
- Eres buen eh. - me dijo Hayes.
- No se, supongo. - La verdad es que no habia jugado muchas veces a la play, seria la suerte del principiante, o eso creo.
- Hayes, ____ a cenar. - nos llamo Elizabeth. Hayes me ayudo a levantarme, y casi me caigo, pero me agarré a sus hombros, y el me agarro de la cintura.
- Es la segunda vez en un día que casi te caes. - me dice él.
- Es la segunda vez en un día que evitas que me caiga.
Hayes y yo nos mirabamos a los ojos, sonreiamos, nos miramos, le mire los ojos, me miro los labios, nos ibamos acercando cada vez mas y mas, estabamos pegados, nuestros labios estaban a punto de rozarse, nos miramos a los ojos, y Hayes bajo la vista a mis labios otra vez, el me tenia agarrada de la cintura, y yo estaba apoyada en sus hombros, hasta que decidi poner mis manos alrededor de su ellos, Hayes puso una de sus manos en mi espalda, y fue cuando me pego todavía más a el, no entraba ni una aguja entre nosotros dos, entonces nuestros labios se rozaban, y fue cuando Hayes dió ese paso, nuestros labios estaban pegados, Hayes me estaba besando, fue un beso tierno, sentia mariposas en el estomago, y yo nunca habia sentido eso antes al besar a un chico, ni con Dani, nos separamos por falta de aire, y nos miramos los dos a los ojos y teniamos aún nuestras frentes juntas.
- Idiota. - le dije sonriendo.
- Pesada. - me contesto.
- Chicos, venga que se enfria la comida. - nos llamo Elizabeth, me puse a andar, Hayes me agarró del brazo y me cogió en brazos, y me dio un beso en la mejilla, y nos fuimos a la cocina.
- Hayes, por dios, la vas a tirar. - le dijo su madre.
- Lo hago para que no la moleste la rodilla mama.
- En ese caso, muy bien. - Yo tan solo lo mire y sonrei. - Bueno chicos os dejo solos que yo estoy muy cansada despues del dia de hoy, Nash no vendra muy tarde, asi que podeis esperarle despiertos si quereis, y ____, tu duermes en el cuarto de Hayes, la segunda cama del cuarto de Nash esta rota.
Hayes me miro y me sonrió. - Vale Elizabeth, gracias. - la dije yo.
- No hay que darlas hija. - me dijo ella. Hayes y yo cenabamos y de vez en cuando nos mirabamos pero no hablabamos, la verdad es que ese silencio era bastante incomodo, no sabia que decir, no sabia como hacer que el hablase, asi que segui comiendo. Acabe de cenar y me fui a levantar para recoger el plato, cuando Hayes se levanto y cogio mi plato.
- Ni se te ocurra levantarte, te puedes caer. - me dijo riendo.
- JA-JA, no soy tan torpe como crees, - Hayes dejo el plato en el lavavajillas, y me ayudo a levartarme, estabamos en las mismas de antes, Hayes me agarraba de la cintura y yo a el del cuello, el problema es que Nash tenia razon, Hayes me estaba empezando a gustar, que digo gustar, Hayes me volvia loca.
