Capítulo dos.

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3 años después

-Nooooo que hiciste Saúl--Me queje al ver todo mi maquillaje regado

-Ocupaba hacer un espacio Altagracia pero no se puede de tu maquillaje--Intenta acomodarlo pero sólo la riega más

-No podías esperar a que trajeran los demás muebles tarado, me lleva tiempo acomodar todo Saúl--Va hasta el tratando de acomodar su maquillaje

Narra Altagracia

En estos tres años, perdone a Saúl y volvimos a intentarlo lejos de todos, probé mi inocencia recupere el mando en mis constructoras y abrí una aquí en París que es donde vivimos desde hace tres años ya. Fue un poco difícil el primer año, había mucha desconfianza por parte de ambos pero logramos superarlo con el tiempo, ahora estamos tratando de organizar nuestra nueva casa, nos mudamos a una más grande cerca de su despacho de abogados y mi constructora, así no agarramos tanto tráfico.

-Los muebles van a tardar un chingo Alta y necesito un poco de espacio--Se queja Saúl

-Bien deja veo que podemos hacer mientras esperamos los muebles--Me le acerco abrazandolo de la cintura-- No me haz dado un beso en todo el día--Hago un puchero que lo hace sonreír

-Quieres sólo un beso?--Acaricia mi cintura-- O muchos?

Fingo que pienso y sonrió rozando mis labios con los suyos

-Muchos, exijo muchos besos--El sonríe y me besa empujandome a la cama, caemos en ella haciendome reír-- A ti no se te puede dar un beso que ya quieres otra cosa

-Quejas?--Me mira a los ojos y yo niego-- Así me gusta--Reímos y seguimos con los besos hasta que suena el timbre-- Nooo ahora no--Se queja como niño chiquito

-Deben ser los que traen los muebles--Río-- Quítate quiero mis muebles

-Estoy odiando a esos tipos--Se quita de encima mía 

-Despues te lo compensó mi cielo--Le robó un beso y bajo para recibir los muebles

Una vez los tenemos todos Saúl y yo nos dedicamos a empezar a ponerlos en su sitio, hace días que empezamos con la mudanza, lo primero que arreglamos fueron nuestros despachos para poder trabajar agusto, luego la sala y pusimos la cama en el cuarto. Hoy acomodamos la ropa en el closet, llegaron los muebles que nos faltaban arriba para nuestro cuarto y el de huéspedes, sólo nos quedaba acomodar las cosas en la cocina y los muebles para el jardín el resto era decoración que seguiríamos viendo más adelante. Nos tiramos a la cama cansados de mover y subir muebles, sonrió y acuesto la cabeza en el pecho de Saúl abrazandolo

-Es un vecindario bonito no crees?--Juego con su barba

-Si--Sonríe-- Tiene un lindo parque a unas cuadras

-Hay muchos niños también--Lo miró-- No te gustaría tener uno? Ahora que nos mudamos a una casa más grande

-Ahorita no amor--Se sienta y yo hago lo mismo viéndolo

-Por que no, si tu quieres hijos--Coloco un mechón tras mi oreja-- O cambiaste de idea

-No amor, si quiero ser papá pero no ahorita, tenemos mucho trabajo y tener un hijo implica tener tiempo para el y cuidarlo, tu tienes nuevos proyectos en la constructora y yo varios casos un bebé ahorita no podemos--Acaricia mi mejilla

-Bueno--Digo algo desanimada-- Quieres comer algo? Podemos ordenar comida, mañana recién llega la servidumbre

-Claro que quieres comer? Podemos ver una película mientras esperamos--Sugiere

-Pizza, pidela mientras busco una peli--Digo levantándome

-La veremos en la sala no?

-Si quiero estrenar el sofá--Escucho su risa

La pizza llega en 40 minutos nos acomodamos en el sofá viendo la película, al rato vemos otra una romántica está vez. Aprovecho para abrazarlo, la peli acaba y nos levantamos recogiendo todo, terminamos y vamos al cuarto. Me acuesto a su lado y el me abraza como todas las noches para dormir, sonrió y al ratito me quedo dormida.

No es lo mío pero me gustaría saber que les parece

Aquí Vamos Otra Vez Where stories live. Discover now