El fin de una vida

23K 1.3K 392
                                    

Tony se sentía en el paraiso cada vez que Steve lo penetraba, y ni mencionar como se sentía cada vez que el rubio lo hacía llegar a su limite hasta más no poder y sentír que flotaba.
Para Steve era como probar la mismisima gloria una y otra vez cada vez que penetraba a Tony, y cuando llegaba al climax era como poder saborear el mismisimo cielo.
Tony y Steve lo hacían a todas horas, en cualquier lugar, todos los días.
Ambos sentían como si jamas obtuvieran sufiente del otro.
Cuando Tony se enteró de que estaba esperando un bebe su reacción no fue la de un padre amoroso esperando la llegada de su hijo y lo peor no era eso, no eso no era lo peor, lo peor era que el bebe que estaba esperando era del maldito Capitán Hydra. El maldito rubio psicopata asesino.
En esos momentos el castaño se arrepentía profundamente el haberse acostado con el Capitán.

Tony había planeado todo a la perfección, ó al menos eso era lo que el creía. Había preparado una maleta con poca ropa, había alistado su armadura y había tomado su billetera y sus lentes, todo justo como lo planeo, excepto por la prueba de embarazo que había olvidado tirada y la cual se encontraba ahora en la baldosa del baño.

El rubio corría desesperado por el pasillo del complejo, uno de sus soldados le había avisado que Tony acababa de abandonar las instalaciones sin su autorización, esto le enojaba demasiado al rubio pues Tony sabía que no podía salir del conplejo sin el.
Cuando Steve entro a la habitación del castaño su primera reacción fue buscar una pista de donde pudo haber ido el moreno, pero grande fue su sorpresa al ver que varias prendas de Tony habían desaparecido, y aún mayor fue su sorpresa cuando entro al baño y sobre la baldosa había una prueba de embarazo que daba positivo.

-¡Embarazado!
Exclamó un rubio con voz alegre.

-¡Tony esta... embarazado!

Steve se hecho a corre sin fijarse quien lo mirara, lo unico que quería era encontrar al castaño.

Steve tardó casí un mes en encontra a Tony, puesto que el castaño es famoso y a este se le ocurrio salir de noche de Playboy y una revista de chismes le había tomado fotografías para la portada, claro sin consentimento del moreno.

Tony se encontraba placidamente dormido, la anoche había sido eterna, había bebido demasiado alcohol y había tenido sexo más de 7 veces en menos de 24 horas, vaya que estaba agotado. El menor hubiera seguido durmiendo de no haber sido por sentirse observado, sentía como su mundo se agitaba, el pobre apenas y podía con su alma, y como no si apenas casi dos hora se había acostado.

-Tony... Tony....

Escucho vagamente.
Derrepente vio como una mirada muy familiar se acercaba muy lentamente a el. Esos ojos... jamas podría olvidarlos.

.....................................................................

Al principio el castaño desperto desorientado, no sabía donde mierda estaba, pero poco a poco recordó cada centimetro de la habitación.
Esa habitación donde había gemido tantas veces el nombre de aquel rubio que atormentaba sus sueños.

¡Mierda!

-Hola Tony

Dijo una voz que jamas podra olvidar.
Esa voz que lo hizo temblar y correrse, esa voz fría y sexy , esa voz... escalofriante.

-Ste.. Steve..

Dijo el castaño con voz temblorosa.

-No puedo describir lo enojado que estoy Tony, tampoco puedo demostrarlo ya que estas embarazado.

El menor abrió los ojos como un pez en esos momentos.
¡Mierda lo que menos quería era que Steve se enterara de esto!, quería deshacerse del maldito feto antes de que se empezara a notar que estaba en cinta, por eso anoche había bebido cantidades exageradas de alcohol y se había metido cuanta droga le ofrecían sus parejas de cama, con eso y con la cantidad de alcohol esperaba que a estas alturas el producto estubiera perdido.

El Cazador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora