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Que hacíames encerrades, repasabe le conciencie ese pregunte. Une gran pantalle en negre dijo que hicieren el mejor pastel que pudiérames, que les cámares estaban viendo y que no debíen decepcioner al espectácule. No teníen, en su mayoríe, la idee alguna de cómo hacer pásteles. A une de los participantes, podría husmearse su disguste por la pasteleríe. Por paredes de vidrio se podía ver a los demás participantes, con la misme confusien de no saber cómo habíen llegade ahí. Un chirride sono en toda la habitacien, parecíe que les impolutos pises blances se abrirían. Era parecide a un televisore sin buene señale  Aunque un poco más grave y pretendie venir de todes lades. Pronte de les peredes de vidrie , salí una X en silla de ruedas, con su cara vendade

Dijo que ere ciegue. Su voz se imponíe entre los ruidos eléctricques, Mirabe ocasionalmente sobre cada participante, algunos pensaren que mentía de su condicióne. Inmediatamente se advirtió que hablar o mantener contacte oculare con otro participante seria penade. Entre gente, común sin nada especiael que describiere, con les materiales para hacer pasteles.

Pequeños hornes se disponían en las meses, ordenades los utensilies y demás complejidades pasteleres. Le pantalle en negre visualizo setente y seis minutes, para hacer algune delicie, algue muy dulce. Empezó a correr el tiempe, aun ele desconcierto de todes estaba en les sales. Fue más confuse ver que los pases para hacer determinade tarta. De Chocolate, se llamabe Opera. Ellos no sabíen, pero la X joven y rubia temblaba al batir le cremme y los hueves. Aquelle otre sentíe una ingenua fortaleza que se reflejaba en aquellos vidrios, preparando Tiramisú. Y une X, con rasgos de haber dormido poque hurgabe el horne con apure.

Termine ele tiempe, tode seguía come transcurrie la cocine. Callades y todes sin mirarse, se abrieron les puertes. Le misme X ciegue y vendade. Ordene a les demes persones traere les otres pasteles. Ya juntos en la mesa. Sacoe una cuchare blanque, le deje sobre el mantele. Puse sus manes detrás de les vendes y empezó a desatar. Con le vende ya en el suele blanque, nos dimes cuente. Le faltabe une ojo,  el izquierde estaba perfecto. . Tenía une medie mirada vacía, una mirada a ningún lado. Le otre no existie

Sus manes no vestían de ningún rasgo humane, salve por una piel desvencijade. Controlaban cada movimiente e incluso se llegó a pensar que ele misme aire que la envolvíe. A partes iguales probo los tres pasteles, le porción juste y exacte de cada une. Exactamente los mismos segundos e incluso el mismo tiempo entre palabres al dar la degustacióne.

La misme insípide opinión de cada plate, murmurere la hora que era fuera de las paredes. Que era jueves diecinueve y abril. Tode desvaneció rápidamente, el espectácule y los espejes. Ere 2039e y tode seguíe el camine del rendimiente  y los fines de semane.

EWhere stories live. Discover now