Capítulo 11.

310K 13.3K 8.7K
                                    

Todas las escenas no - sexuales y sexuales narradas en este libro cuentan con la participación de personajes mayores de edad de acuerdo con las nuevas normas de consentimiento de Wattpad. Además, todas ellas cuentan con consentimiento expreso para su realización. Más información o dudas sobre las modificaciones en mi página de Instagram. 

Madison's POV.

Cuando llego la noche mis nervios empezaron a aumentar mientras subíamos a la segunda planta dispuesto a dormir. No era la primera vez que compartía cama con Ian, pero si sería la primera vez donde entraría, conscientemente y sin estar borracha, en un cama con él.

Habíamos pasado una tarde muy divertida comiendo pizza y viendo películas en el salón, hasta que yo tuve que cumplir con mis obligaciones del instituto y ponerme en a estudiar e Ian se metió en su despacho, alegando que tenía algunas cosas de su trabajo por terminar.

Ahora mismo me encontraba en la ducha, relajando mis nervios bajo en agua caliente desde de haber estado hablando durante unos minutos con mis padres, quienes me habían relatado muy animadamente lo bien que lo estaban pasando y lo bien que les estaba sentado el sol de las Maldivas.

Cerré el grifo después de enjuagar mi cuerpo, decidiendo no darle más vueltas a la cabeza y alargar la espera. Cuando Ian salió de la ducha, antes que yo para ir a preparar la habitación, al verme tan nerviosa me había ofrecido dormir en la habitación de invitados para no tener que hacerlo con él, pero yo me había negado. Realmente quería dormir con él.

Envolví mi cuerpo con la toalla que Ian había dejado para bien, procediendo a secarme rápido tanto el cuerpo como un poco mi cabello para ponerme mi ropa interior y mis pijama; unos pantalones cortos y una camiseta holgada.

No tardé mucho en salir del baño y dirigirme hacía la habitación. En ella, Ian se encuentra abriendo la cama solo vestido con un bóxer negro.

Mis mejillas se tornaron de color roja al repasar su cuerpo con mis ojos, sus brazos fuertes, su abdomen marcado y tonificado, sus largas piernas trabajadas. Temí que se me cayera la baba en cualquier momento.
Me regaló una sonrisa al verme.

- Vamos nena, ven a la cama. - me hizo un gesto con la cabeza para que me acercará a el y con una pequeña sonrisa, ambos no metimos entre las sábanas. Sus brazos envolvieron mi cintura y me pegaron a su cuerpo, quedando en una especie de abrazo. Pasé mis brazos por su cuello para estar más cómoda y sonreí. Esto no estaba tan mal.

- Gracias por ofrecerme quedarme en tu casa. - la sonrisa no abandonaba mis labios antes de darle un pequeño beso. - Me encanta estar contigo, papi.

- No haces una idea de lo mucho que me gusta a mi tenerte aquí entre mis brazos, sin que ningún niñato moleste. - murmura con fastidio y me acerca más a el hasta el punto de que quedo encima de su pecho. No puedo evitar reír ante su reacción.

- ¿Todavía estas pensando en el repartidor? - pregunto mientras paso una mano por su suave melena. Su pelo es castaño claro y no muy corto, cuelga por su frente con gracia.

- Pues si, maldito imbécil. - continúa quejándose haciéndome reír. Sus ojos me miran con diversión. - ¿De qué te ríes, pequeña?

- Es divertido ver tus reacciones cuando te pones celoso.

- Esto no pasaría si tu no fueras así, tan bonita. - el ceño fruncido que se me había empezado a formar se me cambia por una sonrisa. Acaricia con cariño mi mejilla. - No pasaría si no tuvieras esta cara de ángel, o esos dulces labios color rosado que llaman a ser besados. - su acaricia pasa a mi labio inferior, delineándolo. - O este condenado cuerpo que le haría perder la cabeza a cualquiera.- sus manos bajan para coger mi cintura, apretandola suavemente. Siento el calor invadir mi cuerpo con rapidez. - Que suerte debe tener quién haya podido tocarte antes que yo.

Daddy🖤Where stories live. Discover now