♦ C H A P T E R 2 ♦

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Una vez llegando a su destino, Black sujetó con fuerza el brazo de su prisionero, obligándolo a bajar de la motocicleta y entrar en la vivienda hecha ruinas. Una oscuridad que parecía infinita los absorbió. Conforme avanzaban pequeñas luces nítidas se hacían presentes, lo cual facilitaba un poco la caminata. Zamas logró percibir un olor a putrefacción cuando ingresó, por lo que buscó con la mirada de dónde provenía ese fétido aroma. Grande fue su sorpresa al ver con horro restos humanos esparcidos a lo largo de los pasillos de aquel lugar. Su angustia y desesperación crecieron, la duda lo carcomía, temía a lo que viniera.

Su secuestrador notó que el joven universitario temblaba y sólo se limitó a mencionar lo siguiente:
– Tranquilo, tengo muchas cosas planeadas para hacer contigo. Perecerás lenta y dolorosamente – terminado esto soltó una carcajada malévola que provocó aún más escalofríos en Zamas.

La caminata hacia lo que parecía la habitación principal del azabache llevó unos cuántos minutos. Una luz enceguecedora deslumbró a Zamas, sus ojos ya se habían acostumbrado a aquella oscuridad. Con rapidez observó lo que había a su alrededor, tendría que haber algo que le sirviera para golpear a Black Goku y huir de ese lugar.
Para su buena o mala fortuna, notó que había una repisa de metal a unos escasos metros y sobre ésta, habían algunos artículos muy particulares tales como un látigo, un cuchillo, una colección de navajas, un martillo, cuerdas y armas de fuego. De pronto comenzó a sospechar que Black Goku ocupaba algunos de éstos artefactos para torturar a sus presas. Mientras miraba con asombro y terror aquel arsenal de armas, el azabache lo jaló con fuerza del brazo para obligarlo a sentarse sobre una muy maltratada silla de madera y lo sujetó con unas cuerdas.

– ¿Tienes algo último por decir? Lo haré llegar un familia junto a una pieza de tu cuerpo – éstas palabras perturbaron a Zamas y comenzó a pedir ayuda, gritaba y se movía como un loco para zafarse e irse de aquel lugar – Eso es, grita, adoro escucharte así – comentó Black. Seguido de esto tomó un látigo y comenzó a azotar al joven peliblanco. Zamas sólo podía limitarse a gritar, llorar y suplicar. El azabache se hizo de oídos sordos mientras carcajeaba. Estaba gozando el momento, adoraba ver a su prisionero así.

Los torturas no pararían ahí, Zamas sería liberado de la silla para después ser atado de las muñecas con unas cadenas. Black tendría fácil manejo del peliblanco en ese estado; por lo que, lo sujetó con fuerza de las mejillas y lo atrajo hacia él. Zamas se tambaleaba de dolor debido a las heridas que tenía en su cuerpo, sentía que se desvanecía.

– B-basta, p-por favor dejame ir – suplicaba el joven estudiante mientras las lágrimas atravesaban sus pómulos enrojecidos. Black acercó su rostro, sonrió levemente y pronunció las siguientes palabras:
– Ha ha ha, no tengo por que hacerlo, si todavía quiero divertirme contigo... Eres el mejor juguete que he tenido. Espero que te sientas espléndido por lograr divertirme –

Aquellas temibles palabras provocaron que Zamas expandiera sus ojos y comenzó a estremecerse.

Debido a que Black poseía control sobre el menor, lo despojó de su camisa que se encontraba hecha añicos y manchada de sangre. Quedaron al descubierto sus malheridos torso y pecho. El azabache se relamio los labios para empezar con la siguiente tortura...

¿Qué creen que Black Goku le hará a Zamas? Dejenme saber sus respuestas en los comentarios

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Chao

Bad Romance •| Blamasu |•Where stories live. Discover now