Misión: Guiar al rey

17

— ¿Qué haces aquí, Loki?

Estoy indignado por su comportamiento anterior, y me siento realmente muy insultado ante sus formas de "buscar mi respeto". No puedo permitir que me tire fuera de casa cada vez que quiera, por lo tanto hice ingresar a la víbora una vez más. Thor está enfadado porque no obedezco sus órdenes, y porque no he querido quitarle las manitas.
Ambos estamos enojados, si él pudiera verme lo notaría.

— Fui claro contigo, hermano. Ve afuera.

Ella no irá a ningún sitio, no entiendo cómo crees que te dejaré seguir ofendiéndome de esta manera. Mejor no te acerques, Thor.

— Es suficiente, estoy harto, ¿qué demonios sucede contigo, Loki?

¿Qué sucede conmigo? Tal vez me pasa que estaba muy tranquilo y feliz en el Valhalla junto a mi madre, hasta que el principito quiso jugar a ser el sufrido y triste Thor. Tal vez me pasa que no me dejan volver hasta que seas alguien respetado, de nuevo; tal vez es que estoy cansado de ver que seas un maldito imbécil, tal vez me pasa que yo también estoy harto de todo esto. ¿Alguna otra cosa que quieras saber?

— ¿Esto es gracioso para ti?  Supongo que sí, porque solo te dedicas a hacer estupideces mientras yo estuve sufriendo mucho por tu causa; pero nada de eso te importa porque lo único que sabes hacer es pensar en ti mismo sin que te importen los demás, ni siquiera entiendo porqué me sorprendo, siempre has sido de lo peor.

Cállate. Solo cállate, Thor; no estarías aquí de no ser por mí. Maldito el día en que preferí tu vida antes que la mía, asqueroso niño malagradecido.

— No te atrevas a volver a tirarme algo, estoy realmente enojado, no quiero tener que lamentar nada.

Seguro fue muy tonto de mi parte lanzarte las manitas, seguro lo es aún más el que haya perdido el control y esté tirando tus cosas, y tal vez lo es cientos de veces más el que estés gritándome que pare de destruir todo, pero yo no pueda detenerme.
¿Realmente crees que esto es fácil para mí? ¿Eso piensas, que eres el único aquí que está sufriendo? ¿De verdad crees que solo tú has llorado por esto? Que no puedas verme no significa que no me duela todo esto, no quiere decir que no llore esas noches cuando aprovecho que te dormiste para limpiar el rastro de lágrimas de tu rostro; tampoco dice que no quiera enloquecer porque me siento un inútil.
Eres tan tonto, no verías las cosas ni aunque te explicara con dibujos y manzanas.

— Sabía esto, siempre supe esto, Loki. Pero fui tan idiota como para cegarme a mí mismo. No eres tú, nunca fuiste tú; tan solo estuviste controlando a este pobre animal todo este tiempo. ¿Por qué lo hiciste, te pareció gracioso burlarte de mí de esta manera?

¿Qué haces? ¿Qué es lo que él está haciendo? Quiero saber lo que le dice, pero no puedo escuchar. Tan solo ha levantado a la víbora del suelo y la ha acercado a él para hablarle, su volumen es tan bajo; y de inmediato la pone en el suelo y ella se va, repta hasta alejarse de nosotros, hasta que ya no podemos verla.
Él se pasa la mano por el rostro y exhala con fuerza, está molesto, lo sé; pero no puede suponer que es el único enojado este día. "Basta de tus mentiras" me dice, y seguido me exige que me presente ante él, me asegura que puede perdonarme todo, incluso lo que pase en el futuro porque me ama, pero dice que no puede tolerar que me burle más de su dolor. Pero no me he burlado nunca de eso; no puedo responderle y eso tan solo logra alterarlo más, me grita, ahora es él quien quiere destruir todo, está asustándome. Una nota en el espejo es lo único que se me ocurre.

— ¿Cómo te atreves? ¿Cómo puedes bromear con algo así? Sé que eres el dios de las mentiras y las travesuras, pero decirme que has muerto es demasiado, Loki.

Esta vez no estoy mintiendo, hermano.

— Sabes qué, ya basta. Si no quieres hablar no te voy a rogar más, me cansé de llorar por tu causa. ¿Lo escuchaste, Loki? Ya estoy harto de ti. Así que por mí te puedes largar, no te necesito.

No lo dices en serio, tú sí me necesitas, Thor. Hermano espera, no puedes simplemente retirarte y ya, sé que es tu ira hablando, tú me amas y me necesitas. Thor regresa, te juro que si te disculpas te perdonaré.

Un minuto es una lágrima, diez minutos son decenas, treinta minutos son cientas, una hora es mi corazón roto y miles de lágrimas.

Adiós, cariño. No sé qué suceda conmigo de ahora en adelante, pero tienes razón. Debo irme porque solo nos hacemos daño.