2018. UNO

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Pablo fue al Me lo trago. Se pidió la consumición obligatoria (un ron con cola) y se metió enseguida en los cuartos oscuros.

Oscuridad y neón rojo.

Anduvo con el cubata entre los dedos. Le daba tímidos sorbos para hacerlo durar. Cruzó pasillos y salas, salas y pasillos. Otras sombras se cruzaban con él. Le agarraban la polla, el culo… pero él los rechazaba y pasaba de largo. Ninguno le interesaba.

Llegó hasta una pared con 4 glory holes. Una polla asomó la cabeza. El neón rojo centelleaba en ella. Comenzó a salir, salir, salir… ¿Cuándo terminaba? Salir, salir… hasta que el pubis del chico chocó contra el otro lado de la pared.

ERA ENORME.

Pablo giró la cabeza a un lado y a otro. No había nadie. Se acercó despacio, como si temiese espantarla, y se dejó caer sobre sus rodillas. ¿Veían bien sus ojos? Debía medir más de 26 centímetros. Se trataba de la polla más grande que había visto en su vida. Era gorda, como el brazo de un niño, y en cuanto al capullo… calculó su tamaño mentalmente y concluyó que le desencajaría la mandíbula. Quizá era una deformación, pero…

Le apetecía agarrarla con ambas manos, presionarla con fuerza, llevársela a la boca, restregársela húmeda por la cara como una cochina, darse golpes con ella hasta dejarse la mejilla amoratada…

Fue a cogerla, pero una vocecita en su cabeza le dijo:

«No lo hagas, PEDAZO DE MARRANA, no sabes qué engendro del mal puede haber al otro lado de la pared».

Pablo reconoció que la vocecita tenía razón.

Dio un trago a su cubata y los hielos chocaron contra sus labios. Necesitaba reflexionar. Se encontraba ante un dilema.

Me gustan las pollas. Me gustan las pollas enormes. Pero una polla no es un trozo de carne independiente. Una polla va unida a un hombre y ambos forman un conjunto. Si el hombre no me gusta, su polla no me interesa por muy grande que sea. Ahora bien, en este caso no sé quién es el hombre. Podría ser un niñato o un viejo, Míster Gay o el embajador de Mordor, el tipo que me gusta de gym o el padre de un amigo… Pero sea quien sea, el trozo de carne es el mismo. Por otro lado, nunca sabré quién es. Podré imaginarme a quien quiera…

Pablo dio el último trago al cubata. Suspiró. Había tomado ya una decisión.

«Ancha es Castilla», pensó.

Agarró el pollón y se lo metió en la boca.

Me Lo TragoWhere stories live. Discover now